Retiraron 50 autos, 300 motos y 100 bicicletas de una comisaría rosarina

Son vehículos en desuso o pertenecientes a causas judiciales. El objetivo es ordenar el funcionamiento de las dependencias policiales.

El ministro de Justicia y Seguridad, Pablo Cococcioni, el secretario de Seguridad Pública, Omar Pereira, y el secretario de Gestión de Registros Provinciales, Matías Figueroa Escauriza, encabezaron un operativo de retiro de vehículos de la Seccional 10ª de Rosario, ubicada en Darragueira 1158, como parte del plan del gobierno provincial para retirar los vehículos en desuso o pertenecientes a causas judiciales, con el fin de mejorar los establecimientos y ordenar el espacio público. En este caso fueron 50 autos, 300 motos y 100 bicicletas.  

Durante la actividad, Cococcioni explicó que esto responde, en parte, “a un reclamo de los vecinos de larga data por los móviles en comisarías, en la vereda, irrumpiendo en el paisaje urbano”, y destacó “el trabajo que se ha hecho desde la Aprad (Agencia Provincial de Registro, Administración y Destino de Bienes y Derechos Patrimoniales), del Ministerio de Gobierno e Innovación Pública, tras encontrar los depósitos de Rosario y de Santo Tomé totalmente colapsados”. “Gracias a que se pusieron en marcha nuevamente tanto las subastas públicas de bienes decomisados al delito como las compactaciones de aquellos que no tienen recuperación o valor económico posible, se ha ido haciendo lugar”, agregó. 

Luego, Cococcioni recordó: “Esta semana se discute en la Legislatura un proyecto de ley, que hemos mandado, sobre el plazo final para la disposición fiscal de los vehículos. Los fiscales ahora van a tener un plazo para realizar todas las diligencias probatorias y, vencido este plazo, automáticamente la Aprad toma posesión para evitar que se acumulen durante años estos coches sin saber a quién pertenecen y teniendo que gestionarlos en distintos lugares”. 

Por su parte, Figueroa Escauriza se refirió al destino de los vehículos: “Los que tengan una utilidad económica son llevados a los depósitos de la Aprad para poder asignarlo o subastarlo en los casos que se pueda; los que no tenga ningún interés económico ni utilidad los vamos a estar compactando o reciclando y los que no tenga utilidad económica para subastarlos, pero sí una utilidad para donarlo a una institución, lo haremos, por ejemplo, a las escuelas técnicas para que los alumnos puedan practicar con los elementos necesarios a la hora de estudiar y que lo puedan hacer con autos reales”.

Sobre el final, Omar Pereira remarcó: “Todo esto sucede porque hay gestión. Gestionar, planificar como se hace en Aprad, en el Ministerio de Seguridad. Se escucharon varios términos recién por parte del resto de los funcionarios: compactación, limpieza, subasta. Todo eso tiene que ver con un gran trabajo de planificación desde la Aprad”. Luego recordó que esto permite que “la Policía se dedique a lo que tiene que hacer, no a cuidar presos ni a controlar vehículos chocados o secuestrados en la cuadra de la comisaría, sino a la seguridad pública”.

El trabajo de la Aprad

Cabe recordar que la Agencia Provincial de Registro, Administración y Destino de Bienes y Derechos Patrimoniales (Aprad) encabeza el proceso de revisar los coches y determinar su utilidad. Los que ya no son útiles se compactan. El objetivo principal es ordenar el espacio público.

Los trabajos se realizan en distintas dependencias. El proceso consiste en retirar los vehículos, trasladarlos a depósitos judiciales y una vez allí, clasificarlos y determinar si se reutiliza o se deriva para compactación. 

De esta manera, se intenta reordenar las dependencias policiales y el espacio público. Para esto hay pasos destinados a procesar la licitación para concretar la compactación de estos vehículos, previa administración de la documentación. Luego se determina a qué causa pertenece cada uno de ellos. La Aprad trabaja en encontrar e identificar cada uno de esos vehículos y define si es para compactación o subasta.