Hidalgo sobre los colgados de Independiente: “Hay que ser responsables"

El delantero juvenil, que acompañó a Ávalos en ataque y fue una de las figuras del 3-0 sobre Unión, pidió compromiso total por parte de todos para sacar adelante esta situación del Rojo.

Santiago Hidalgo tiene 19 años y menos de 300 minutos este año en Primera División, pero declara con el aplomo de un futbolista de mil batallas en Independiente. Siempre con los pies sobre la tierra, más bien el verde césped del Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini, donde en la noche del martes fue figura en la paliza 3-0 sobre Unión. Luego del encuentro pudo haber gambeteado algunas preguntas sensibles, como la de los compañeros colgados y el apriete de la barra brava, pero decidió dar su contundente mirada y se ganó el aplauso de los hinchas.

El joven delantero, blindado meses atrás por la dirigencia con un contrato hasta diciembre del 2025 y una cláusula de rescisión de 20 millones de euros, se alejó de las polémicas en torno a la barra del Rojo, que el sábado entró por la fuerza al predio de Villa Domínico y amenazó al plantel. “Yo no me fijo mucho lo que pasa afuera de la cancha. Se han hablado muchas cosas. Necesitábamos el triunfo para dejar atrás las cosas que se hablaron y pasaron, que para mí no están mal”, aseguró en zona mixta.

Talentoso y revulsivo, el pibe sí opinó sobre algunos jugadores “borrados” por Julio Vaccari, como Marco Pellegrino, Diego Tarzia y Santiago Toloza, luego de que tomara trascendencia mayor la escandalosa fiesta en el yate con influencers. Como si fuese un referente, no dio nombres pero pidió compromiso total por parte de todos: “Este es un club muy grande y hay que ser responsable adentro y afuera mucho más, las 24 horas. Es lo que significa Independiente y lo que tiene que tener el jugador de Independiente”.

Su mirada va en línea con la de Gabriel Ávalos, compañero de ataque y autor de un gol en la noche de ayer. Si bien el delantero paraguayo había remarcado que “no todo lo que pasa es lo que se dice por ahí, no se sabe si es real o no”, lo cierto es que minutos más tarde se sinceró y admitió algunas rispideces internas: “Obviamente pasan cosas, pero son cosas que se pueden resolver en el vestuario. Así que nada... Realmente el grupo viene muy bien, viene trabajando, venimos buscando estos partidos, a veces no se dan como queremos. Pero el grupo está cada día más fuerte para poder buscar lo que se necesita”.

Apenas terminó la práctica en Villa Domínico, tres camionetas y otros tantos autos que esperaban al borde del Acceso Sudeste arrancaron para el portón lateral del predio deportivo que tiene allí Independiente. Como si hubieran recibido la señal divina de alguien de adentro, la cúpula de la barra brava del Rojo comandada por Mario Nadalich y Juan Ignacio Lencziki y otros 25 barras más que estaban agazapados fueron ingresando al predio.

La media mañana lluviosa no daba para pensar que iban a hacer un asado o festejar un cumpleaños de algún miembro del paravalancha. Sino que iban a hacer lo que finalmente sucedió: apretar al plantel de una forma que según quien lo cuente fue muy violenta o en mejores términos y bajo una frase que retumbó por toda Avellaneda“Dejen la joda y empiecen a ganar porque si no la próxima vez no hablamos, actuamos”. Para escenificar el discurso mostraron algunos morrales cerrados que adentro podrían tener cartones de cigarrillos o cosas más pesadas.