El Ministerio de Salud adhiere al “Día Mundial de la Tuberculosis” que se conmemorará mañana bajo el lema “Terminemos con la tuberculosis durante nuestra generación”.

En ese marco, entre el martes y miércoles de la semana próxima se llevará a cabo una serie de charlas abiertas a la comunidad en centros de salud de la ciudad de Santa Fe, sobre enfermedades respiratorias y tuberculosis, formas de contagio, diagnóstico, tratamiento y medidas de prevención.

El martes, a las 8, la actividad se realizará en el Centro de Salud “San Martín” N° 8, Estrada 7163, del barrio San Martín; y a las 10, en Diez de Andino y Aguado, Altos de Noguera.

En tanto, el miércoles, a las 9, se desarrollará en el centro Estanislao López, Piedrabuena 6066; y a las 11, en el centro Cabal, Pasaje Leiva 6750, del barrio Cabal.

LA TUBERCULOSISEN SANTA FE DIAGNÓSTICO TARDÍO

Salvadores recordó, además, que la mortalidad por tuberculosis se debe, generalmente, “a un diagnóstico tardío o a un tratamiento incorrectamente realizado por abandono o resistencia a los medicamentos. También influye el HIV, ya que la asociación de ambas enfermedades, genera frecuentes complicaciones”, añadió.

En este sentido, el titular del programa provincial sostuvo que el control de la tuberculosis se basa en el diagnóstico y tratamiento tempranos, especialmente de los pacientes que eliminan bacilos en el catarro (bacilíferos) ya que son quienes contagian”.

“La estrategia terapéutica implementada en la actualidad se basa en el diagnóstico precoz por medio de la baciloscopía de esputo y la implementación de un tratamiento con medicamentos sumamente efectivo, junto con una serie de dispositivos organizacionales que, en conjunto, reducen la tasa de abandono y aumentan la tasa de curación”, precisó.

LA CELEBRACIÓN

Anualmente, cada 24 de marzo, se recuerda el día en que el doctor Robert Koch dio a conocer su descubrimiento del bacilo productor de la tuberculosis, en 1882. Este fue el primer paso hacia el diagnóstico y la cura de la enfermedad.

Un siglo después, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Internacional contra la Tuberculosis y las Enfermedades Respiratorias (Uicter), convinieron fijar el 24 de marzo como el Día Mundial de la Tuberculosis, con la finalidad de educar a la comunidad sobre las consecuencias de esta enfermedad y las formas de controlarla o prevenirla.

LA TUBERCULOSIS

La tuberculosis es una de las enfermedades más antiguas que afectan a los seres humanos. La llamada “peste blanca” causaba víctimas entre los antiguos egipcios y griegos y devastó en los siglos siguientes al norte de Europa. Era considerada una de las peores enfermedades y afectaba ante todo a los pobres en las ciudades.

En el siglo 19 llegó a convertirse en una de la más graves epidemias en Europa y América. Actualmente, aunque la situación ha mejorado considerablemente en todo el mundo, la tuberculosis sigue siendo una amenaza para la salud y el bienestar de muchas personas.

Esta enfermedad infecciosa –prevenible y curable– se transmite por el aire. Los enfermos que eliminan bacilos con el catarro (enfermos bacilíferos) pueden contagiar a otras personas cuando tosen.

La OMS busca lograr una disminución radical de la misma y reducir a la mitad su prevalencia y mortalidad para 2015, con la finalidad de lograr en algún momento la eliminación de la tuberculosis como problema de salud pública en el mundo.

Esta política forma parte de los compromisos internacionales para el logro de los Objetivos para el Desarrollo del Milenio (ODM) aprobados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2000, a los cuales adhiere la Argentina.

RECOMENDACIONES A LA POBLACIÓN


La tuberculosis puede ser controlada pero requiere la colaboración de
toda la comunidad.

La tos por más de 15 días acompañada de catarro puede ser tuberculosis. La consulta inmediata a un servicio de salud permite saber si se trata o no de tuberculosis.

Los estudios para descartar o confirmar una tuberculosis así, como el tratamiento, son gratuitos y pueden solicitarse en cualquier servicio de salud.

El diagnóstico precoz y el tratamiento correcto de la tuberculosis garantizan la curación de la enfermedad y detienen el foco de infección.

El tratamiento de la tuberculosis dura como mínimo seis meses. El enfermo mejorará rápidamente pero, aun así, deberá completar el tratamiento hasta finalizarlo.

Las personas enfermas de tuberculosis que abandonan o toman la medicación en forma irregular, tienen mayor riesgo de recaídas, de resistencia a los medicamentos habituales y de muerte.

El tratamiento correcto de la tuberculosis disminuye las posibilidades de contagio. El enfermo deja de ser contagioso aproximadamente a las dos semanas del inicio del mismo.