Que sea en Qatar, más precisamente en Lusail, la tierra donde la Selección Argentina levantó la Copa del Mundo después de 36 años, y que además sea, hasta el momento, la penúltima carrera de Franco Colapinto en la Fórmula 1, son elementos que hacen de este circuito uno verdaderamente especial. Lo sabe Williams, por eso su casco, también el pilarense, quien aún no tiene asegurado su asiento para la próxima temporada de la Máxima.

Y como siempre, lo saben los miles de argentinos: los que están armando un banderazo en las inmediaciones y los que lo van a seguir este domingo por televisión. En ese sentido, el joven de 21 años anticipó los problemas que tendrá su monoplaza tras el accidente en Las Vegas y advirtió los desafíos de la pista. “No será el mejor”, lanzó.

“Estaba como loco. Quise parar un rato en el estadio, pero me dijeron que veníamos tarde. Tuvimos que seguir”, comenzó diciendo el corredor argentino haciendo referencia a las sensaciones de estar en Qatar, un lugar cargado de significado para los Albicelestes, que en diciembre del 2022 conocieron el sentimiento de ser campeones mundiales y agregó: “Estoy contento de estar acá, es muy especial para los argentinos. Feliz de venir acá y representar a mi país en un lugar que tiene tanta historia para nosotros, y que disfrutamos todos, que nos dio tantas alegrías”. 

Sin embargo, no todo es color de rosas para Colapinto, que a simple vista detectó las dificultades que atravesará su Williams en el Circuito Internacional de Lusail: “Muchísimo viento, en la recta principal hay mucho viento en contra y después va rotando durante la pista. Va a ser complicado porque los autos son muy sensibles a las ráfagas y a los vientos cruzados que tenemos”.

“Por lo general, nos cuesta mucho cuando tenemos viento de atrás que va cruzando durante la curva. Nuestro auto es muy sensible a eso. Hay que ver, capaz nos cueste un poco en ese sentido. Veremos cómo va. Hay que entender muchas cosas del auto en este circuito”, explicó detenidamente Franco.

A modo de cierre, el pilarense que está en la mira de Racing Bulls, hizo referencia al duro trabajo que tuvo que hacer la escudería comandada por James Vowles para correr en el GP de Las Vegas tras el accidente en la clasificación: “Lo rearmaron como pudieron. Tengo la suspensión vieja. Es un punto que vamos a tener que entender un poco”.

“¿Cuánto perdemos por vuelta? Más que nada, hay que trabajar en las limitaciones que nos va a generar comparado con el auto de Alex (Albon), pero es parte de todo lo que estuvo pasando en las últimas carreras. Habrá que adaptarse y tratar de maximizar el auto que vamos a tener este fin de semana, que no será el mejor”, concluyó.