La Municipalidad de Rosario fue condenada por las heridas sufridas por una mujer al caer la bicicleta en la que iba como acompañante a raíz de un pozo en la calle.

En horas de la noche del 18 de octubre de 2003, Valeria Altamirano estaba sentada en la parte trasera del rodado que conducía su esposo.

Cuando circulaban por Bolivia al 2.300, en la zona oeste de la ciudad, el hombre no advirtió la presencia de un bache y perdió el control de la bicicleta. A causa de la caída la mujer sufrió politraumatismos en la pierna derecha y una incapacidad física del siete por ciento.

El Tribunal Colegiado Extracontractual Nº 2 condenó al municipio a pagarle entre capital e intereses 70.000 pesos.

Los jueces Juan José Bentolila, Delfina Domínguez y Viviana Cingolani señalan en la resolución que "era deber de la Municipalidad mantener en condiciones la calle para evitar perjuicios a terceros".

Destacan que el municipio "tiene el poder de policía para controlar la seguridad de los habitantes, ordenando a quien corresponda la señalización o reparación de los obstáculos presentes".

El tribunal le atribuyó una responsabilidad del 20 por ciento a la mujer porque en la bicicleta iban ella, su esposo y también su hijo de 3 años. Afirmó que transportar dos personas reduce y limita las posibilidades de maniobra con el consiguiente riesgo.