¿Qué pasó con las supuestas hamacas embrujadas de Firmat?

Una tarde de junio de 2007 Firmat, una localidad de Santa Fe de 20 mil habitantes ubicada a 114 kilómetros de Rosario, cambió para siempre.

Un nene que curioseaba en la Plaza Manuel Belgrano vio que las hamacas se movían solas. El chico, de apellido Piana, las filmó desde la casa de su abuela y el video llegó al canal local y luego a los nacionales.

Así, la plaza, ubicada en las afueras del pueblo santafesino se convirtió en centro de peregrinaje para todos los pobladores y en atractivo turístico para los automovilistas que pasan por la ruta que la bordea.

José Norberto Pellegrini es el fundador del Diario Firmat y se convirtió desde el año en que se empezaron a mover las hamacas en un especialista en el tema, tanto es así que lo conocen como el "hamacólogo". Recibió a delegaciones de Estados Unidos y Japón que bajaban en Ezeiza y viajaban directo hasta esta pequeña localidad del sur de Santa Fe.

Hamaca non stop

Ahora, en plena cuarentena, las hamacas de la plaza se volvieron a mover solas y el video filmado por Pellegrini se convirtió en viral en las redes sociales, donde tiene casi 70 mil reproducciones y cientos de reacciones.

En diálogo con LA NACIÓN, Pellegrini que "las hamacas nunca dejaron de moverse, aunque ya haya pasado el furor que generó cuando se conoció la noticia en el 2007. Igual, la gente pasa ahora y si se están moviendo se quedan mirando y hasta capaz que le piden algo como si fueran santas".

El fenómeno de las hamacas de Firmat que se mueven solas sigue: "No es un invento y se considera uno de los fenómenos mundiales porque no sabemos qué hamaca se va a mover", dice José.

Antes del caso de las hamacas, la plaza Manuel Belgrano solo era conocida por ser el lugar que se hacía la promesa a la bandera de los chicos de cuarto grado del pueblo. Pero después del 2007, el escenario cambió para siempre. Desde ese año, la vuelta al perro por Firmat incluía el campito ubicado en el extremo sur de la localidad.

Los autos pasan por la ruta 93 que va a Rosario y a la Provincia de Buenos Aires y siempre paran a ver las hamacas y se sacan selfies. En el 2013, para evitar saqueos, la Municipalidad de Firmat cercó las hamacas. Unos meses después de descubrirse el supuesto fenómeno paranormal se habían robado la hamaca del medio.

"Ya es algo habitual, parte del folclore de acá. Hay días que se mueve mucho, otro poco y otros que no. Pero es decir `mirá se está moviendo´ y seguir charlando de otra cosa", resumió Pellegrini.

El fantasma de un nene

Como todo fenómeno paranormal, tiene detrás un fantasma, que en este caso hace mover las hamacas. Se trataría de un nene que jugaba en una obra que se estaba realizando en la plaza y murió por el golpe de un caño en la cabeza. A partir de ese momento, las hamacas se empezaron a mover y muchos en Firmat creen que se trata del alma del chico que va a la plaza a jugar.

Otras teorías que nunca fueron probadas se refieren a un campo magnético en la profundidad de la Tierra o una antena de celular que hace mover las hamacas.

Pellegrini tiene cientos de anécdotas ligadas al fenómeno. Cuenta que muchas veces vio a personas llevarse arena de la zona de las hamacas. "Creen que es sanadora y se la pasan por el cuerpo como si estuviera bendita", relata el "hamacólogo" de Firmat.

"Otra vez, una nena eligió hamacarse en la que se movía. Se subió y en un par de segundos salió despedida –recuerda Pellegrini-. No es que se cayó cerca, es como que alguien, el fantasma del nene creó yo, la sacó de su hamaca. De hecho, la nena le dijo a su papá que había sentido que alguien la había empujado".

Pellegrini continúa enhebrando historias alrededor de las hamacas movedizas. "Un día a un hombre se lo veía mirar las hamacas como poseído. Entonces en un momento se agarró de la cadena. Se le pusieron los ojos en blanco y se desmayó al instante", relata José.

¿Por qué se mueven?

Pese al movimiento que generó el episodio, nadie en Firmat lo aprovechó, ni le sacó provecho económico. "Hice unas 100 remeras con la foto de las hamacas, se las di a un amigo para que las vendiera pero no paso nada. Y nunca me pagó por las prendas", recuerda el "hamacólogo".

Un programa de la TV de Estados Unidos, Fact or Faked, se interesó en el tema e intentó probar por qué se movían. "Llegaron a Firmat con toda su parafernalia. Parecían un circo – cuenta Pellegrini-. Ya venían con una idea cómo se movía la hamaca y trataron de probarlo con unos ventiladores enormes".

Los productores de la TV de Estados Unidos armaron una hamaca igual a la de Firmat en la misma plaza y les pusieron unos ventiladores para probar lo que causaba el movimiento. Fue todo una mentira, nunca me pudieron explicar por qué se mueve de a una hamaca a la vez si a las tres les pega el mismo viento", cierra Pellegrini.