Siempre se dice que el tiempo pone las cosas en su lugar y, luego de aquella primera salida de Unión, Franco Troyansky no pudo despegar. Pidió irse y su rendimiento fue en declive, pero igual para el club fue negocio. Por cada préstamo sacó réditos y el presidente reconoció que ya se "recuperó más de la inversión" en charla con Diez en Deportes.

Es así como en las últimas horas se llegó a un acuerdo para la rescisión del contrato y Pocho se quedará ahora con el pase en su poder. Debía volver luego de su paso con poco por destacar de Gimnasia de La Plata, pero directamente no se presentó sabiendo que no iba a formar parte del proyecto.

Si bien es cierto que el club se desprende de parte de su patrimonio, con las cesiones se amortizó lo que se invirtió cuando se le compró la ficha a Olimpo y directamente se decidió que las partes dividan sus caminos.

Un Troyansky que se quedó cuando mejor estaba en Santa Fe, quizás aconsejado por su entorno, y luego le costó levantar. Ahora manejará por su cuenta qué hará y dónde continuará. Pero sin pertenecer al Tate.