La llegada a la segunda fase del Torneo de la Liga Profesional se tornó casi una quimera para Unión, ya que debería tener una levantada significativa, más allá que varios equipos deberían perder puntos importantes, para lograrlo.

La derrota ante Independiente Rivadavia cortó lo que se presentaba como una levantada que había comenzado con el triunfo ante Gimnasia por 1-0 en el 15 de Abril, y que había continuado con el éxito ante Colegiales por Copa Argentina.

Es que el Tatengue jugó otro partido para el olvido. Esta vez perdió ante Independiente Rivadavia, rival directo para llegar a la segunda ronda, en Mendoza, con lo cual todos los cañones volvieron a apuntar a Cristian González.

El DT ya fue recibido con una bandera en Casasol, pidiéndole por su salida. En tanto que la campaña es de descenso, más todavía si se toma como parámetro los últimos 20 partidos, es decir contando el tramo final del 2024.

Los dirigentes no mantuvieron contactos con el entrenador, quien sabe que para mantenerse en su cargo solo se impone la victoria el lunes próximo ante Banfield, en Santa Fe. Ese mismo día, y en el transcurso del segundo tiempo, paradógicamente, conocerá a sus rivales en la fase de grupos de la Sudamericana.

Kily es consciente que no resistirá ni un empate ante Banfield, tomando como referencia que a los poquitos días también en Santa Fe jugará ante Racing, que también debe levantar considerablemente su producción para llegar a los octavos de final.

Son días cruciales para la continuidad de Kily González, quien no le pudo encontrar la vuelta a su equipo, y se encuentra en un mar de dudas, no solo en lo que representa a lo futbolístico, sino a su continuidad, la cual pende de un hilo.