La ex Parchís que dejó los escenarios y trabaja en un hospital
Fue parte de uno de los grupos infantiles más exitosos de los años 80. Pero lejos de quedar atrapada en la nostalgia, Gemma Prat eligió otro camino: el del servicio, el anonimato y la salud.

Fue famosa a nivel internacional, cantó en escenarios repletos y formó parte de un fenómeno cultural que marcó a toda una generación. Sin embargo, Gemma Prat, recordada integrante del icónico grupo infantil español Parchís, eligió un destino completamente distinto al que muchos hubieran imaginado para una estrella infantil. Hoy, a sus 55 años, vive lejos de los reflectores y dedica su vida a cuidar a otros desde un hospital en Barcelona.
Gemma nació en 1968 y, con tan solo 11 años, fue seleccionada para integrar Parchís, la banda musical que causó furor en los años 80 con canciones como Cumpleaños feliz, y que no solo llenaba estadios, sino que llegó a protagonizar siete películas y grabar más de treinta discos. A pesar del éxito, siempre mantuvo un perfil bajo. Era la mayor de las chicas del grupo y su carácter tímido la diferenciaba de sus compañeros. Tras un tiempo sobre los escenarios y en el mundo del espectáculo, Gemma sintió que la exposición constante no era lo suyo.
Tomó entonces una decisión poco habitual para alguien que había probado la fama tan joven: dejó atrás la vida artística. Aunque en algún momento expresó su deseo de ser educadora, su vocación terminó llevándola hacia el ámbito de la salud. Estudió puericultura y comenzó a trabajar como sanitaria en el Hospital de Bellvitge, donde aún se desempeña. La transición no fue fácil, pero fue genuina. Alejarse de la fama fue, para ella, una manera de recuperar el equilibrio personal.
En su vida privada también encontró estabilidad. Se casó con su pareja de toda la vida, tuvo una hija llamada Mireia y, tras enviudar, el destino volvió a cruzarla con aquel primer amor. Hoy comparte momentos en redes sociales, donde se muestra serena, activa y profundamente comprometida con su profesión. De vez en cuando, se la ve en algún homenaje o reunión con los excompañeros de Parchís, aunque su lugar ya no está en los escenarios, sino en los pasillos de un hospital, donde cambió los micrófonos por vocación.