El Gobierno autoriza aumentos de hasta 22% en los peajes de la Panamericana
A diferencia de las empresas de servicios públicos que ya llevan más de una década sobreviviendo con tarifas congeladas, en los últimos cuatro años las concesionarias de rutas y autopistas nacionales se beneficiaron con incrementos en el valor de los peajes de un 20% por año.
De hecho, ayer se conoció un nuevo retoque de entre el 16% y el 22% de las tarifas de los accesos Norte y Oeste, la Ricchieri y del Corredor Vial 18, que une la ciudad bonaerense de Zárate con Paso de los Libres.
Las subas, que representan un fuerte golpe a los bolsillos de los automovilistas, fueron anunciadas en el Boletín Oficial, y disponen que el peaje para autos en las estaciones Pilar y Campana de Autopistas del Sol (Ausol) pase de $ 6 a $ 7 en hora normal; y de $ 8,50 a $ 10 en hora pico. En la estación Debenedetti, de $4,54 a $ 5,50 en horario normal y de $ 5,78 a $ 7 en horario pico.
Cabe aclarar que el horario pico rige de lunes a viernes de 7 a 10 horas en sentido de ingreso a Capital, y de 17 a 20 para la salida de la Ciudad.
En el mismo orden, la estación Buen Ayre de la ruta 202 valdrá $ 6 y $ 9, respectivamente, y el Acceso Oeste $ 6 y $ 7.
También la Ricchieri se incrementó 20%. Saltó de $ 2 a $ 2,50 en hora normal, y de $ 2,50 a $ 3 en hora pico.
Por su parte, el peaje de Zárate, controlado por la empresa Caminos del Río Uruguay, subió a $ 20 y $ 25,50 y el de Yerua a $ 8,50 y $ 10.
Todas estas rutas ya tuvieron dos aumentos anteriores. Uno, en octubre de 2010 y el último en diciembre pasado. Ambos, promediaron un 20%.
Ahora, los nuevos cuadros entrarán en vigencia a partir del próximo fin de semana ya que antes, las concesionarias deben publicarlos en los medios durante dos días.
Además, llegan luego de que el lunes entraran en vigencia las nuevas tarifas para viajar a la Costa Atlántica controladas por la empresa Coviares, que aumentaron un 33%. En todos los casos, la justificación de las subas utilizadas por las autoridades tienen que ver con la necesidad de “adecuar las tarifas al aumento de los costos necesarios para la prestación del servicio”.
De hecho, las concesionarias habían solicitado a principios de año estos retoques para enfrentar la suba de costos que sufrieron entre junio de 2011 y febrero pasado. El pedido fue canalizado por el Organismo de Control de Concesiones Viales (OCCOVI) que depende de Vialidad Nacional, a su vez controlada por el Ministerio de Planificación Federal.
Otro motivo para justificar los aumentos se vincula con la quita de los subsidios a las concesionarias, que ya arrancó en enero, cuando se eliminaron esos beneficios para los peajes de los micros de media y larga distancia.
Y como otra razón adicional surge la situación financiera de concesionarias como Ausol, que atraviesan problemas de caja vinculados con el congelamiento de tarifas. En el caso de la concesionaria de la ruta Panamericana y la avenida General Paz se presentó en default en 2009, argumentando perjuicios por estas políticas oficiales y por la falta de respuestas ante una serie de reclamos para renegociar el contrato de concesión que vence en 2020.
Luego de esa decisión, el Gobierno designó un interventor oficial, los peajes en los accesos administrados por Ausol tuvieron tres incrementos y la empresa presentó un plan para reestructurar su deuda que fue aceptado por sus acreedores.
Ausol está controlada por el grupo español Abertis (31,59%); la italiana Impregilo (19,82%); la argentina Sideco Americana (7%), Dycasa (filial del grupo español Dragados, 5,83%) y la española ACS Actividades de Construcciones y Servicios (5,71%).