Unión, el punto del reencuentro: Madelón insiste por Saravia
Tras asegurarse a Cristian Tarragona, el DT pretende al volante uruguayo al que también dirigió en Gimnasia, y que viene de actuar en el Rostov.

En el inicio de un nuevo ciclo en Unión, Leonardo Madelón empieza a rearmar el plantel con nombres de confianza. Ya logró sumar a Cristian Tarragona, uno de los delanteros más codiciados de los últimos mercado rojiblancos, con quien compartió vestuario en su paso por Gimnasia y Esgrima La Plata. Pero el DT no se detiene allí: ahora puso el foco en otro ex Lobo, el mediocampista Rodrigo Saravia.
Fueron compañeros en Gimnasia y Madelón los quiere juntar en Unión. El Tate ya se aseguró a Tarragona y ahora va por Saravia, un volante central que también conoce el estilo de juego del entrenador santafesino y que podría aportar equilibrio y dinámica en la mitad de la cancha. El interés por Saravia responde a un pedido puntual de Madelón, que busca reforzar esa zona con un jugador que ya ha probado en sus esquemas.
Hasta hace pocos días, Saravia sonó como refuerzo posible para volver a Gimnasia, pero la operación se estancó. El pase del jugador pertenece al Rostov de Rusia, club con el que mantiene contrato hasta junio de 2029. Pese a que su retorno al fútbol argentino parecía encaminado, las condiciones contractuales y el contexto internacional –en particular, el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania– frenaron su salida.
La inactividad que arrastra Saravia en territorio ruso abre una ventana para Unión, que ve en esta situación una oportunidad. La intención de los dirigentes tatengues es gestionar un préstamo o cesión que permita al volante volver a tener rodaje en Argentina, y al mismo tiempo aportar jerarquía a un mediocampo que necesita variantes.
Madelón quiere generar identidad dentro del plantel y lo hace apostando por jugadores que conoce, con los que ya trabajó y que pueden adaptarse rápidamente a la exigencia de su propuesta. Tarragona ya está, y ahora el objetivo es que Saravia también vista la rojiblanca. Si la dirigencia logra destrabar la negociación con el Rostov, el Tate sumará una pieza clave para su estructura futbolística.