Las finales que Messi perdió por tres o más goles de diferencia
La caída de Inter Miami frente a Seattle Sounders se sumó a una corta pero dolorosa lista de goleadas sufridas por el argentino en definiciones
Lionel Messi está acostumbrado a ganar finales. De hecho, con la dura derrota ante Seattle Sounders por la Leagues Cup 2025, el astro argentino alcanzó las 44 definiciones en su carrera, con un balance demoledor: 31 títulos y 13 caídas.
Pero lo ocurrido en el Lumen Field de Washington entró en la categoría de rareza: fue apenas la cuarta vez que perdió por tres o más goles de diferencia.
El 3-0 en contra igualó lo sucedido en la Copa América 2007 frente a Brasil en Venezuela y en la Supercopa de la UEFA 2006 contra el Sevilla. También se suma la recordada Supercopa de España 2015, cuando el Barcelona cayó 4-0 ante el Athletic en la ida y empató 1-1 en la vuelta, para un global de 5-1 para los de Bilbao.
Con este resultado, Messi dejó escapar lo que hubiese sido su 47º título profesional y sufrió la undécima derrota en finales. Aun así, el número de conquistas lo sostiene como el jugador con mayor cantidad de títulos oficiales de la historia.
La relación de Messi con las finales arrancó bien temprano: en 2005, cuando levantó el Mundial Sub-20 con la Selección argentina. Su último título llegó hace poco, en la Copa América 2024, derrotando a Colombia en Miami y sumando un nuevo capítulo de gloria con la Albiceleste.
En total, Messi jugó 10 finales con la Selección argentina y lo ganó todo con las 6 en las que triunfó: dos Copas América, Finalissima, Mundial Sub 20, Mundial de Mayores y hasta el oro olímpico. En clubes, la historia la escribió mayormente con el Barcelona, donde disputó 31 finales y se quedó con tres Champions, tres Mundiales de Clubes y una cantidad récord de Supercopas y Copas del Rey.
El paso por PSG e Inter Miami también tuvo finales, aunque en menor medida. Con los parisinos festejó la Supercopa de Francia 2022, mientras que con los de la MLS levantó la Leagues Cup 2023 en su debut. La de 2025, en cambio, quedará marcada como una de esas derrotas difíciles de digerir, pero que no opacan un recorrido que sigue siendo legendario.