Los últimos índices de pobreza e indigencia publicados por el INDEC muestran una baja tanto a nivel nacional como en el Gran Santa Fe. Sin embargo, desde las organizaciones sociales advierten que la realidad que se vive en los barrios y en las calles sigue siendo alarmante.

En diálogo con LT10, José Luis Ambrosino, titular del Movimiento Los Sin Techo, sostuvo: “Con Macri, con Fernández o con Millei, los valores del INDEC pueden ser respetados por todos los dirigentes sociales y políticos que estamos en serio tratando de solucionar el problema. Así que lo único que tengo que decir es que esta realidad estadística es cierta, es real y es histórica y es seria”.

No obstante, aclaró que la mejora en los números no se traduce en un cambio inmediato en la vida de las personas: “Hay que decir una cosa: es cierto que bajó. Pero no podemos esperar seis meses, un año, para que 10.000 familias indigentes bajen 150 familias. Es cierto que nosotros ratificamos y reconocemos la bajante de la pobreza y de la indigencia hasta el nivel nacional. Ahora, si yo le digo que lo veo, que lo mido, que lo calculo, eso no es cierto. Los niveles son muy lentos”.

En la misma línea, Luis Mónaco, de la ONG Actitud Solidaria, que asiste a personas en situación de calle en la capital provincial, afirmó: “Hace 16 años había 20 personas en situación de calle. Hoy tenemos registrados 196. Quiere decir que no ha cambiado absolutamente nada. Esto va a seguir creciendo, no tengo ninguna duda, porque no hay políticas de Estado para combatir la pobreza”.

Mónaco también apuntó a la falta de un plan concreto para atender la problemática: “Hoy en día se los está queriendo sacar de todos lados, pero ¿a qué los estamos obligando? ¿A que salgan a robar porque no pueden hacer una moneda cuidando un auto o limpiando un vidrio? No es la solución sacarlos de la calle, es darles la posibilidad de que tengan un plato de comida que puedan comprar ellos”.

Ambos referentes coincidieron en que los índices del INDEC muestran una mejora respecto de años anteriores, pero alertaron que en Santa Fe los cambios se sienten muy poco en la realidad de los barrios.

Para Ambrosino, la salida exige una mirada estructural: “La solución final es inversión, educación y trabajo. Si no, esto es una tortura eterna para los más pobres”.

Mientras que Mónaco insistió en la urgencia de acompañar a quienes están en la calle hoy: “La gente no está en la calle porque quiere, nos están obligando a estar en la calle”.

Audio: Escucha a Luis Monaco y José Luis Ambrosino