El kirchnerismo dará hoy el puntapié inicial del debate para reformar la Constitución Nacional con una mesa redonda “abierta a la ciudadanía”, aclarando que no quieren incluir la “re-reelección” en la discusión. Sin embargo, en medio de la euforia en la antesala de la fiesta oficialista de Vélez de pasado mañana, algunas voces del oficialismo continúan analizando la continuidad del mandato de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner pasado el 2015.

“Nosotros vamos a festejar (el viernes) nueve años de nuestra gestión de Gobierno y vamos por nueve años más para consolidar las transformaciones que están en marcha”, se entusiasmó esta vez el diputado K Edgardo Depetri ante El Cronista.

Si bien el legislador evitó imitar a sus pares Carlos Kunkel y Diana Conti, quienes impulsan la “re-re” sin medias tintas, opinó que el “proyecto colectivo” que necesita “un tiempo más en el Gobierno” está encarnado en la Presidenta. “Hoy Cristina es, por supuesto, la síntesis política de esta transformación”. Pero aclaró que no quiere “abonar a la teoría de un nuevo mandato”. La propuesta de un tercer ciclo de la jefa de Estado no es nueva en el pensamiento de ciertos sectores K. “Quisiéramos una Cristina eterna”, admitió Conti el año pasado. Mientras esa idea germina, parte del oficialismo sí parece dispuesto a debatir la modificación de la Constitución de 1994. “Estamos de hecho haciendo reformas y hace falta un nuevo Estado para las sociedades que estamos construyendo”, sintetizó Depetri.

En el salón de actos de la Facultad de Derecho de la UBA, a partir de las 18, expondrán hoy el juez de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni, el filósofo de Carta Abierta, Ricardo Forster; y los constitucionalistas Eduardo Barcesat y Raúl Gustavo Ferreyra. En la propia invitación dejan en claro que los convocantes al debate “no queremos ni aceptamos la re-relección”. Uno de ellos es el piquetero Luis D’Elía.

“Hablar de re-reelección es contraproducente al debate que queremos abordar”, consideró el líder de Federación Tierra y Vivienda (FTV), para quien “es necesaria una nueva arquitectura jurídica e institucional distinta de la Constitución neoliberal que nos impuso el Consenso de Washington”.