Fórmula 1 2026: cómo será la mayor revolución reglamentaria

La FIA ultima los detalles del reglamento que transformará por completo el diseño de los autos, la forma de correr y el concepto de sostenibilidad.

La Fórmula 1 se encamina hacia uno de los puntos de quiebre más profundos de su historia reciente. A partir de 2026, el Campeonato Mundial de la FIA pondrá en marcha un reglamento integral que modifica chasis, aerodinámica, unidades de potencia, formato de carrera y criterios de sostenibilidad, con el objetivo de ofrecer competencias más parejas, seguras y atractivas.

A diferencia de ciclos anteriores, que solían enfocarse en un solo eje —motor o aerodinámica—, el nuevo paquete normativo actúa de manera transversal sobre todos los elementos del auto. El resultado será una generación completamente distinta de monoplazas, diseñada desde cero para responder a las exigencias técnicas y energéticas del futuro inmediato.

Este proceso comenzó formalmente en 2022 y atravesó múltiples instancias de revisión, simulación y ajustes junto a los equipos. Con la aprobación final de las regulaciones, la categoría entra ahora en la fase decisiva previa al debut en pista.

El concepto central de los autos 2026 es el denominado Nimble Car Concept, que apunta a revertir la tendencia de vehículos cada vez más grandes y pesados. Los nuevos Fórmula 1 serán más cortos, más angostos y 30 kilos más livianos, con un peso objetivo de 724 kg incluyendo neumáticos.

Las dimensiones también se reducen de manera significativa: la distancia entre ejes baja a 3.400 mm, el ancho total del coche se achica 100 mm y el suelo pierde 150 mm de anchura. A nivel aerodinámico, se eliminan elementos que habían ganado protagonismo desde 2022 y se simplifican superficies clave para mejorar el comportamiento en tráfico.

La gran novedad será la aerodinámica activa. El DRS desaparece y es reemplazado por alerones delanteros y traseros móviles que permiten alternar entre dos configuraciones: un Modo Recta, con menor resistencia al avance, y un Modo Curva, de alta carga aerodinámica. A diferencia del sistema anterior, cualquier piloto podrá activarlo en zonas específicas del circuito, sin depender de la distancia con el rival.

Según estimaciones de la FIA, los cambios reducirán la carga aerodinámica hasta un 30 % y la resistencia en alrededor del 55 %. Esto hará que los autos pierdan velocidad en curva, pero ganen aceleración a la salida, con tiempos de vuelta que inicialmente serán algo más lentos, aunque recuperables con el desarrollo.

El reglamento 2026 también redefine por completo las unidades de potencia. Se mantendrá el motor V6 turbo híbrido de 1.6 litros, pero con una distribución energética radicalmente distinta: la potencia eléctrica tendrá un rol equivalente a la del motor de combustión interna.

Se elimina el MGU-H, la potencia térmica baja a unos 400 kW y la eléctrica sube hasta 350 kW, con un incremento cercano al 300 % en la capacidad de la batería. Esta transformación obliga a gestionar la energía de manera mucho más estratégica, tanto en clasificación como en carrera.

En ese marco aparece el Modo Adelantamiento, que reemplaza el rol ofensivo del DRS. Cuando un piloto esté a menos de un segundo del auto de adelante, podrá utilizar energía eléctrica adicional (+0,5 MJ) para intentar la maniobra. Además, el coche líder reducirá progresivamente su despliegue energético a alta velocidad, generando un diferencial que facilite los sobrepasos.

Para Simone Resta, director técnico adjunto de Mercedes, el resultado será un escenario distinto: las carreras en 2026 serán “impredecibles”, ya que “los pilotos usarán la energía de formas muy diferentes para atacar”.

El nuevo reglamento también abre la puerta a más fabricantes. En 2026 habrá cinco proveedores de unidades de potencia: Mercedes, Ferrari, Audi, Honda (junto a Aston Martin) y Ford, asociado al proyecto Red Bull Powertrains. A eso se suma la llegada de Cadillac como nuevo constructor, elevando a once el número de equipos en la grilla.

La sostenibilidad completa el eje del cambio. Todos los autos utilizarán combustibles sostenibles avanzados, producidos a partir de biomasa no alimentaria, residuos o fuentes renovables, bajo estrictos controles de trazabilidad y emisiones. La FIA desarrolló un sistema específico de verificación para garantizar el cumplimiento ambiental en toda la cadena.

En paralelo, los estándares de seguridad se elevarán aún más, con estructuras reforzadas, mayor resistencia del arco antivuelco y nuevas luces de señalización para identificar el estado del sistema híbrido.

Con el reglamento ya aprobado en todas sus secciones, la Fórmula 1 se prepara para un nuevo punto de partida. Después de años de desarrollo conjunto entre la FIA, la categoría y los equipos, el campeonato entra en una etapa que promete redefinir el espectáculo y sentar las bases del futuro del automovilismo.