Unión, entre la calma aparente y las urgencias del mercado a días de la pretemporada

El mercado de pases tatengue todavía no arrancó, más allá de la partida de dos jugadores clave y rumores de salidas por ventas, y otros pocos de llegadas.

Mientras el mercado de pases empieza a ganar temperatura en el fútbol argentino, en Unión la escena es, por ahora, de prudencia y puertas cerradas. Más allá de los múltiples rumores que circulan, lo concreto es que Mateo Del Blanco, Lautaro Vargas y Valentín Fascendini tienen previsto arrancar la pretemporada el próximo 2 de enero, sin movimientos formales que indiquen una salida inminente.

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La incógnita que se instala en el mundo tatengue es clara: ¿hasta cuándo esperará Unión ante una eventual oferta? La tolerancia no es infinita. Si el club permite una salida con el torneo iniciado —o a días de comenzar— sin contar con reemplazos de jerarquía, el riesgo deportivo es alto. La experiencia indica que perder piezas jóvenes y funcionales sin tiempo ni margen de maniobra puede transformarse en un problema difícil de resolver.

Expectativas económicas y un mercado bajo reserva

En Unión existen expectativas cifradas en posibles ventas, entendidas como una vía necesaria para oxigenar la economía del club. Sin embargo, a una semana del inicio de los trabajos, no hay novedades concretas ni en ese sentido ni en el plano de las incorporaciones. El mercado se maneja bajo siete llaves, con poco trascendido y una dirigencia que prioriza el sigilo.

Con la estructura del fútbol ya definidaLeonardo Madelón como entrenador principal, Alejandro Trionfini al frente de la Reserva y Santiago Zurbriggen a punto de asumir como director deportivo— el desafío pasa por empezar a mover fichas sin desarmar el proyecto antes de tiempo.

Los puestos a reforzar, una certeza

Más allá del hermetismo, hay necesidades claras. Unión deberá salir al mercado como mínimo por un arquero, tras la salida de Matías Tagliamonte, cuyo regreso aparece prácticamente descartado. También es un hecho que Mauricio Martínez no volverá, por lo que el volante central se transformó en una prioridad para Madelón.

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En ese contexto, el único nombre que trascendió con fuerza es el del uruguayo Rodrigo Saravia, un viejo anhelo del entrenador, a quien ya dirigió en Gimnasia y Esgrima La Plata. Madelón lo buscó en el último mercado, pero el mediocampista terminó recalando en Belgrano, donde fue declarado prescindible. El interés se mantiene, aunque por ahora no pasó de una expresión de deseo.

Rumores y realidades

También surgieron otros nombres: el arquero uruguayo Renzo Baccia, quien reconoció contactos; el volante Nicolás Watson; y hasta la posibilidad del regreso de Ignacio Malcorra. Sin embargo, en los pasillos del club estas versiones son tomadas con cautela y, en muchos casos, más cerca de un operativo de prensa que de una negociación avanzada.

El reloj empieza a correr

Con el plantel a siete días del inicio de la pretemporada, el escenario es de expectativa y silencio. Unión sabe que no puede dormirse: necesita vender, pero también reemplazar con calidad; necesita tiempo, pero el calendario aprieta. Por ahora, Del Blanco, Vargas y Fascendini siguen siendo parte del proyecto inmediato. La pregunta es si lo seguirán siendo cuando la pelota vuelva a rodar oficialmente.