Los accidentes de tránsito protagonizados por motociclistas siguen siendo uno de los principales focos de preocupación en la ciudad de Santa Fe. En las últimas semanas, varios siniestros fatales volvieron a poner en agenda la combinación más peligrosa en la calle: motos, alta velocidad y falta de casco.

En ese contexto, Franco Romanello, presidente de la asociación civil Factor Vial y especialista en Educación y Seguridad Vial, dialogó con LT10 y aportó datos, estadísticas y reflexiones que exponen una problemática estructural, con fuerte impacto en jóvenes y familias enteras.

“Tenemos que hablar, tenemos que lamentar víctimas, tenemos que lamentar que familias enteras queden sin ser querido”, señaló Romanello, y reveló cifras alarmantes: “Si siete de cada 10 motociclistas no usan casco, este año fue tremendo. Comprendido entre la mitad del semestre, entre agosto y ahora diciembre, el Cullen atendió a 60 personas, de los cuales 51 no usaban casco, o sea, que prácticamente estamos hablando del 90% que no lo utiliza”.

El especialista fue contundente al remarcar el rol clave del casco en la supervivencia: “El casco salva la vida, te salva en un siniestro vial y estas dos muertes lamentables que han ocurrido donde la falta de casco es común, la gente parece no tomar conciencia de la importancia de la vida de usarlo”.

Romanello apuntó directamente a la velocidad como factor determinante: “Hay un combo mortal. El 80% de esto se produce por la falla humana. El casco va primero, pero también el motoderrape, porque hoy el uso del casco va de la mano con el incremento de la velocidad”.

En ese sentido, detalló el impacto que tendría respetar los límites: “Se podría disminuir un 75% los siniestros si se reduce la velocidad y prácticamente un 83% si se utiliza el casco”. Y precisó: “Yendo a 40 km/h ya se reduce un 70%. Si vas a menos de 40 km, prácticamente un 85%”.

Para graficar el riesgo, Romanello utilizó una comparación contundente: “Chocar a 70 km por hora equivale a caer de un séptimo piso. El impacto es terrible. El cuerpo humano no resiste, la cabeza no resiste”.

Sobre las zonas más peligrosas, indicó: “Lo más peligroso es en la zona norte con Blas Parera, pero también se han incorporado algunas como avenida Freire, todo el corredor donde hubo el desvío de barrio Roma, La Madrid y López y Planes”. Y advirtió: “La Madrid hoy en día es una conexión vial que por sus características la agarran de pista de carreras”.

El perfil de las víctimas fatales también genera alarma: “De 15 a 35 años. Es una generación que se está matando. Las últimas víctimas fatales coinciden drásticamente con estos indicadores, gente joven con toda una vida por delante”.

Finalmente, Romanello llamó a reforzar la educación y los controles: “Conducir un vehículo es un acto de responsabilidad absoluta. Si seguimos tratando de burlar la norma y la educación vial, vamos a tener estas cifras y aún peores”. Y dejó un mensaje de cierre: “Levanten la copa pensando en la vida, que usen el casco, que no tomen alcohol, porque nada más lindo que llegar a tu casa y que te espere alguien, pero con vida”