Colón recuperó su lugar en la élite del básquet asociativo y lo hizo de la mano de Fernando Teddy Quintana, un entrenador que entiende al club desde adentro y que volvió a demostrar que el trabajo sostenido termina dando resultados. El ascenso no fue un golpe de suerte, sino la consecuencia de un camino planificado, paciente y colectivo.

El orientador rojinegro explicó que el punto de partida fue respetar y profundizar un proceso que ya estaba en marcha. La base del equipo se apoyó en jugadores que venían desde las categorías formativas, especialmente de la U19, y se potenció con incorporaciones puntuales. En ese mix aparecieron nombres como Álvarez y Navarrete, además de futbolistas que regresaron al club y aportaron conocimiento del entorno, como Pérez, Ruiz y Salomón.

El plantel también encontró un plus cuando pudo sumar fichas de mayor experiencia. Quintana remarcó el aporte de jugadores con pasado en la Liga Argentina, como Chemez y Crespi, quienes elevaron la vara competitiva y resultaron determinantes en momentos clave del torneo.

Uno de los aspectos más valorados por el entrenador fue el crecimiento individual y colectivo del grupo. Durante la temporada se afianzaron en el equipo principal jugadores como Milesi, Espinoza, Debona, Gugliotta, Rodríguez y Herrera, mientras que otros cumplieron un rol importante desde la rotación, como Foti, Alberini y Anastacia. A eso se sumó el trabajo del preparador físico González, señalado como una pieza comprometida dentro del engranaje general.

El certamen, además, presentó un nivel de paridad elevado. “Todos los equipos se reforzaron para pelear arriba”, analizó Quintana, destacando la regularidad de rivales como Alumni, República y Regatas Coronda. En ese contexto equilibrado, Colón logró sostenerse y llegar mejor posicionado al tramo decisivo para cumplir el objetivo.

Para el entrenador, el ascenso tuvo un significado especial. Hincha del club, asumió el desafío con la espina del descenso anterior, que se había consumado por diferencia de gol. “Sentía la responsabilidad de devolver a Colón al lugar que le corresponde”, confesó, sin dejar de valorar el respaldo dirigencial y el trabajo silencioso que acompañó el proceso.