Este lunes, los socios de Unión están convocados a participar de la Asamblea General Ordinaria, una instancia clave en la vida institucional del club en la que se pondrán a consideración la Memoria y el Balance del último ejercicio, documentos que reflejan un escenario económico complejo y un marcado déficit.

En la previa del encuentro, la agrupación Glorioso 89 difundió un duro comunicado en el que cuestionó con severidad la conducción actual y confirmó que no acompañará la aprobación de los estados contables correspondientes al ejercicio 119.

Según expuso el espacio opositor, el análisis del Balance arroja un giro preocupante en las finanzas del club, con un pasaje de un superávit superior a los 1.600 millones de pesos a un déficit que supera los 4.000 millones, situación que consideran insostenible y carente de explicaciones claras.

Uno de los puntos centrales del cuestionamiento está vinculado al déficit operativo mensual, que —según Glorioso 89— supera los 100 millones de pesos, tras más de una década y media de la misma conducción. A esto se suma el incremento de la deuda con el presidente Luis Spahn y su entorno familiar, que habría pasado de 244.000 a 570.840 dólares, sin documentación respaldatoria conocida.

El comunicado también pone el foco en movimientos financieros poco transparentes, como la devolución de 1.673 millones de pesos a dirigentes, sin precisar destinatarios ni fundamentos, y en la falta de claridad sobre el costo final de Casa Unión y el destino de los fondos que fueron donados para ese proyecto.

En el plano deportivo, la agrupación cuestionó la política de juveniles, señalando que se valorizan futbolistas surgidos del club sin otorgarles continuidad, mientras se incorporan jugadores sin antecedentes relevantes. Además, remarcaron que el club debía haber percibido más de 7 millones de dólares por ventas de futbolistas, aunque en el último ejercicio se habría reinvertido menos de 2 millones, contradiciendo el argumento oficial utilizado para justificar el déficit.

También se mencionan salidas de jugadores sin beneficios económicos, como los casos de Dómina, Calderón y Mele, y se critica el gasto realizado en decisiones consideradas “caprichosas”, como el ciclo de Gustavo Munúa, que —según indicaron— tuvo un costo cercano a los 600.000 dólares.

Con este panorama, Glorioso 89 fue categórico al anticipar su postura en la Asamblea: no aprobará la Memoria ni el Balance del ejercicio 119, al considerar que la gestión actual carece de rumbo, transparencia y responsabilidad administrativa.

La Asamblea de este lunes se perfila así como un escenario de fuerte tensión política, en un contexto donde los números económicos y las decisiones deportivas vuelven a quedar bajo la lupa de los socios.