El turismo con mascotas dejó de ser una excepción y se consolidó como una tendencia en crecimiento en todo el país. Cada vez más familias eligen vacacionar junto a sus animales de compañía, lo que obliga a planificar no solo el destino, sino también los cuidados necesarios para garantizar su bienestar y seguridad durante el traslado.

Especialistas en salud animal coinciden en que una buena organización previa permite minimizar riesgos y evitar situaciones de estrés tanto para las mascotas como para sus tutores. Desde controles veterinarios hasta medidas de seguridad en el transporte, estos son los diez consejos fundamentales para viajar con perros y gatos durante el verano.

1. Consulta veterinaria previa: antes de viajar es indispensable realizar un control general, verificar vacunas y desparasitación, y solicitar un certificado de buena salud si corresponde. Nunca se debe medicar sin indicación profesional.

2. Documentación obligatoria: para traslados dentro del país, perros y gatos mayores de tres meses deben contar con la vacuna antirrábica al día. En viajes internacionales se requiere el Certificado Veterinario Internacional del SENASA y cumplir con las exigencias del país de destino.

3. Identificación visible: además del microchip, se recomienda una chapita con nombre y teléfono. Esto facilita la localización ante una posible pérdida.

4. Seguridad en el traslado: los animales no deben viajar sueltos. En autos se aconsejan arneses especiales, cinturones de seguridad o transportadoras firmes y ventiladas.

5. Nunca dejarlos solos en el auto: incluso por pocos minutos. La temperatura interior puede elevarse rápidamente y provocar golpes de calor graves o mortales.

6. Mantener la rutina alimentaria: evitar cambios bruscos de comida, dar la última ración varias horas antes del viaje y llevar agua conocida para prevenir trastornos digestivos.

7. Práctica previa de viajes cortos: realizar trayectos breves antes de las vacaciones ayuda a que la mascota se adapte y reduzca el estrés.

8. Habituación a la transportadora y vuelos: en caso de viajar en avión, la adaptación debe comenzar con anticipación y respetar los requisitos de cada aerolínea.

9. Prevención de enfermedades según el destino: en algunas regiones del país existen riesgos específicos, como la leishmaniasis. El uso de collares repelentes y la consulta veterinaria son fundamentales.

10. Tener un veterinario de referencia en destino: contar con un contacto local permite actuar rápido ante cualquier urgencia. La automedicación debe evitarse siempre.