Familiares y amigos de José Francioni pudieron darle un digno entierro este martes, a dos años y medio de su desaparición. Es luego de que la Justicia confirmara que los estudios de ADN dieron positivo. Así, los restos óseos encontrados en un reservorio en la zona de la Circunvalación Oeste de la ciudad de Santa Fe efectivamente pertenecen al joven de 32 años.

El hallazgo se produjo en mayo de 2024, en un sector cercano a la Casa Bomba 4. En aquel momento, personal policial y peritos trabajaron en el lugar tras el descubrimiento de restos humanos en avanzado estado de descomposición. La escena presentaba importantes dificultades para la identificación, ya que el cuerpo se encontraba incompleto y con evidentes signos del paso prolongado del tiempo.

Debido a estas condiciones, la identificación no pudo realizarse de manera inmediata y fue necesario iniciar un proceso exhaustivo de estudios antropológicos, forenses y análisis de ADN, los cuales demandaron varios meses. Finalmente, los resultados genéticos permitieron establecer de manera fehaciente que los restos correspondían a José Alberto Francioni.

Francioni tenía 32 años al momento de su desaparición, padecía discapacidad mental y epilepsia, y necesitaba medicación diaria para su tratamiento. Según la denuncia realizada por su familia, salió de su domicilio el 15 de junio de 2023 y nunca regresó. Desde entonces, se activó un operativo de búsqueda que incluyó pedidos de paradero, difusión oficial y la intervención de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia.

La causa por su muerte nunca tuvo resolución, por lo que al día de hoy no se sabe qué le sucedió. "La respuesta de la Fiscalía es lo mismo de siempre: que nunca se va a saber lo que le pasó a José", lamentó ante el móvil de LT10 su madre, María Perezlindo. "Porque no hay testigos, porque no hay cámaras, y porque la suposición que hacen ellos es que él se ha caído ahí en ese lugar y se ahogó", completó, incrédula. Más adelante, aseguró: "conociéndolo a mi hijo como lo conocía, yo sé que él no hubiese llegado a este lugar; esa es la duda que me quedó a mí, que me va a quedar siempre".

"Yo nunca lo dejé de buscar. Siempre lo busqué y lo busqué, hasta que Dios quiso que lo encontrara. Obvio que no hubiese querido encontrarlo de la manera que lo encontré. Pero bueno, ahora despedir los restos de José... por un lado sentí mucha paz, porque sé que mi hijo está descansando en en el lugar que le corresponde. Pero por otro lado, mucha bronca porque pasó mucho tiempo y todo ese tiempo fue dolor. No saber para cuándo me iban a dar el cuerpo, que te llevan, que te traen, que te mandan para un lado, para el otro y fue muy triste. Y siempre va a ser triste para mí porque como mamá perder mi hijo fue lo peor que me pudo haber pasado en la vida", finalizó.

Audio: María Perezlindo, madre de José Francioni