Acorralado, el gobierno español tuvo que adelantar la intervención en el cuarto mayor banco del país. La administración de Marina Rajoy decidió ayer nacionalizar el Banco Financiero y de Ahorros, y como el grupo posee más del 45% de Bankia, el Estado pasará a ser directamente el accionista mayoritario de esta entidad, la cuarta entidad financiera del país por activos. El Estado aportará capital para sanear el grupo, según informó el Ministerio de Economía. Impulsarán los trámites para convertir en acciones el préstamo de 4.465 millones de euros que concedió el Estado al grupo a finales de 2008. Como resultado de esta conversión, el Estado, mediante el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) será titular indirecto del 45% del capital de Bankia.

La noticia circuló en las últimas horas en el mercado y tuvieron un impacto que hoy se amplificará. Ayer la bolsa de Madrid cayó 2,8% y fue la de peor perfomance. Wall Street cedió 0,8%, contagiado también por la endeble situación política en Grecia.

Las versiones sobre la nacionalización de Bankia estuvieron circulando todo el día. De hecho, algo se había adelantado cuando el nuevo presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri , propuso que el Estado nacionalice esta entidad. Después de eso, lo que faltaba era un trámite. De ahí que las acciones de Bankia cayeran ayer casi 6%, con lo que la entidad ahora nacionalizada acumulaba en tres días una pérdida de 13% de su valor en la bolsa, lo que equivale a cerca de 650 millones de euros.

Bankia también fue un fracaso desde el punto de visto de aquellos que compraron cuando salió a cotizar en julio de 2011: desde ese momento y hasta ahora, muestra una merma superior al 40%.

La noticia, que se fue cocinando durante el día, también impactó en el mercado de deuda española. Los inversores exigieron al bono español a diez años 456 puntos básicos más que al activo de deuda pública alemana equivalente. El rendimiento de ese bono superó por primera vez desde el 27 de abril pasado el 6%, umbral preocupante que se acerca a los niveles que provocaron la intervención de Grecia y Portugal.

El sector bancario español espera más noticias que prometen hacer temblar a los mercados. Se espera que este viernes, o antes, el gobierno de Rajoy anuncie el plan de reforma bancaria, en el que buscará fomentar la recapitalización de las entidades más comprometidas y así despejar las del mercado. Deberán tomar más previsiones contra los créditos hipotecarios. Morgan Stanley dijo que espera un incremento de las previsiones ligadas al sector inmobiliario por 25.000 millones de euros