“No se puede pensar la Revolución de Mayo sin Castelli”

El cineasta sostuvo por LT10 que fue un trabajo arduo adaptar la novela de Andrés Rivera a la pantalla grande. “Tuve hacer un trabajo muy intenso para quitarle las cuestiones literarias y desarrollar escenas que estaban subyacentes o que no estaban”.

En diálogo con LT10, Nemesio Juárez, director del film “La revolución es un sueño eterno”, expresó que “en 1996 llegó a mis manos la novela de Andrés Rivera, en víspera de nuestro viaje al Festival de Trieste donde presentamos la película que hicimos sobre Horacio Quiroga. Un grupo de directores de cine, entre los que se encontraba Nicolás Sarquís, me regalaron el libro de Rivera. Cuando volvimos del Festival de Cine de Trieste le preguntamos a estas personas por qué nos habían regalado este libro y ellos nos dijeron que era porque podía ser material para una película mía”.

Consultado sobre cómo fue el desafío de llevar el texto literario a la pantalla grande, Nemesio Juárez sostuvo que “la novela es un largo monólogo marcado por la fuerte subjetividad de Castelli, con reiteraciones literarias y con una prosa muy bella. Todos estos elementos son fuertemente literarios. Por lo tanto, hubo que hacer un trabajo muy intenso para quitarle las cuestiones literarias y desarrollar escenas que estaban subyacentes o que no estaban. Estoy hablando del fusilamiento de Liniers, la campaña del ejercito del norte, el fusilamiento de los jefes realistas, la arenga de Castelli convocando a los caciques de los pueblos originarios, los textos de Castelli”.

Sobre los actores que eligió para la película, el director del film “La revolución es un sueño eterno” confesó que “de entrada no había pensado en Lito Cruz para el papel de Castelli, por una cuestión de edad. En un primer momento, se lo ofrecimos a Miguel Ángel Sola pero por distintas cuestiones no pudo ser. En el 2003 yo hice un unitario para TV y trabajé con Lito Cruz. A partir de este momento comencé a pensar en él para el papel de Castelli”.

Finalmente, Nemesio Juárez remarcó que “Castelli es el prócer desconocido de la revolución. Sobre Castelli hubo un cono de sombra. Castelli fue el prócer ignorado y al mismo tiempo, paradojalmente, no se puede pensar la revolución de mayo sin Castelli. Este hombre era un gran orador que con sus argumentos echó por tierra los argumentos que pretendían mantener el coloniaje español. Castelli es el hombre que acortó la distancia entre los ideales y la concreción del sueño. Castelli fue el combustible y la espada de la revolución. Nosotros intentamos llevar estas cuestiones a la película”.