Proponen pintar los techos de blanco para ahorrar energía en Santa Fe

El calentamiento global y la urgencia de un ahorro energético son problemáticas actuales que desvelan a numerosos estudiosos del mundo en la búsqueda de alternativas prácticas a implementar en la sociedad en su conjunto.




En tal sentido, en base a experiencias previas en diferentes países del mundo, ingresó un proyecto en el Concejo Municipal santafesino, de autoría de la edila Noelia Chiementín (CC–ARI–FPCyS), que prevé implementar medidas al respecto, a través del pintado blanco en techos y azoteas de edificios públicos y privados que producen la baja de temperatura interior y ambiental.




Si bien la propuesta es debatida en estos días por distintas comisiones del cuerpo deliberativo local y por el Colegio de Arquitectos, en principio se estima que sea el Ejecutivo Municipal el precursor de la aplicación de dicho sistema de terminación en techos y azoteas de sus propias dependencias.




Entre los fundamentos de esta iniciativa, se considera en primer lugar “la problemática existente en la actualidad en relación al calentamiento global que se evidencia con cambios climáticos que se padecen constantemente en la zona”.




La metodología de pintar los techos y azoteas de color blanco tiene mucha difusión en los Estados Unidos, como método rápido para luchar contra el calentamiento global y en pos del ahorro de energía.




Es una alternativa impulsada por el actual secretario de Energía de los Estados Unidos, Steven Chu, un científico estadounidense que en 1997 recibió el premio Nobel de Física, por su trabajo independiente y pionero en el enfriamiento y atrapado de átomos usando luz láser.




A modo de ejemplo, en Arizona las azoteas frescas son obligatorias para los edificios públicos que reciben financiación estatal. Filadelfia tiene un plan ambicioso de energía verde que pone en el centro de su acción los techos pintados de blanco.




En Nueva York, el Departamento de Edificios autorizó a otros grupos públicos y privados a pintar 92 mil metros cuadrados de azoteas en inmuebles comunitarios que reciben ayuda financiera de la ciudad. En tanto, desde 2005, California requirió que todas las azoteas de los edificios comerciales sean blancas, y en Georgia (Florida), dan incentivos a los propietarios que instalen tejados blancos o de colores claros.



Menos grados
Estudios realizados afirman que en virtud de las diferentes calidades de pinturas y cantidad de manos de la misma que se empleen se reduce la temperatura entre 7 y 10 grados centígrados, con el consiguiente doble efecto de reflejar los rayos ultravioletas que llegan del sol lo que contribuye a luchar contra el calentamiento global y producir un ahorro de energía porque permite climatizar los edificios.




En los fundamentos del proyecto ingresado en el Concejo Municipal, se resalta que “esta propuesta es de notable importancia para la ciudad ya que se trata de una región que año tras año sufre los efectos del cambio climático y el aumento de la temperatura media, que poco a poco se acerca más hacia un clima tropical”.


Los techos blancos son utilizados también desde hace años en el Mediterráneo y las ciudades de Oriente Medio, para reducir los efectos del sol; hoy en día también contribuyen a luchar contra el calentamiento global.




Pintar de blanco los techos y azoteas de cien grandes ciudades, reduciría el dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera equivalente a la contaminación que producen todos los vehículos del mundo durante once años.




Un grupo de científicos del National Center for Atmospheric Research de los Estados Unidos descubrió que algo bastante simple y barato, como pintar el techo de blanco, puede reducir los efectos de la “isla de calor” dado que los colores claros reflejan mucho más el calor del sol, en este caso al espacio exterior.




Ante el problema de calentamiento global que sufre el planeta, lo cual provoca el derretimiento de los glaciares en diferentes lugares, una de las regiones más afectadas en este hemisferio, en la Cordillera de los Andes, son los glaciares de Perú.




Ante esta situación, la ONG Glaciares del Perú planteó en el concurso Salvemos el Planeta, organizado por el Banco Mundial, la propuesta de pintar la cima de los Andes Peruanos de blanco, obteniendo un premio por dicha presentación.




Los 200 mil dólares obtenidos en dicho concurso servirán para convertir en blanca la cima del monte Razuhuilla, de 5.200 metros de altura. Esta situación cobra relevancia porque Perú es el tercer país más afectado por el cambio climático.




El proyecto tiene por objeto que el Ejecutivo Municipal, además de ser el impulsor de esta iniciativa, en el caso de creer conveniente su uso y aplicación traslade esta propuesta a distintos colegios de profesionales, para pensar en el diseño de futuras construcciones públicas y privadas y/o adecuación en las normativas existentes.