Aníbal aseguró que no venderá sus dólares y Cristina lo retó
La histeria por el dólar, que desde hace meses inunda a la city, afecta al día a día de las empresas y el ánimo de los pequeños ahorristas, se instaló ayer de lleno en el seno del poder. Fue cuando el senador Aníbal Fernández, ex jefe de Gabinete de Cristina Fernández y ministro del ex presidente Néstor Kirchner, reconoció en duros términos ante la prensa que ahorra en dólares. Y justificó esa decisión en que con su plata hace lo que se le “antoja”.
Fernández fue aún más lejos en sus argumentos. Sostuvo que no tiene previsto desprenderse de sus billetes verdes –algo que pregona una legión de funcionarios oficialistas en el marco de la denominada “lucha cultural” por la pesificación– porque no es “idiota”.
Fernández advirtió que sólo los venderá cuando no “pierda” plata. En sus términos: “Yo los compré legalmente, no me pidan que haga cosas de idiota. Ah, tengo u$s 24.000, entonces tengo que cambiarlos a $ 4,49 cuando en el mercado negro está en $ 6”, sostuvo. Y agregó:
“Tampoco soy un tarado que tengo que ir a venderlos golpeándome el pecho en un falso patrioterismo y perdiendo guita. Déjelos ahí tranquilos que están bien cuidados”, aseguró en declaraciones a radio Continental y La Red. Y hasta sugirió a los ahorristas que si están en condiciones de hacerse de dólares de forma legal, lo hagan. “Si puede cómprelo, vuelvo a insistir, si puede cómprelo”, recalcó.
A pesar de sus dichos, Fernández sostuvo que no cree en el “atesoramiento” en dólares. Y dio números: “Si uno pudiera tomar u$s 100 del año 2003, que serían $ 336, y los colocara en aquel momento en plazo fijo en pesos, hoy tendría u$s 160; si lo hubiese colocado en plazo fijo en dólares, tendría 107 dólares; si lo hubiera colocado en bonos en dólares, tendría u$s 320; y si lo hubiese colocado en bonos en pesos, tendría $ 766”, ejemplificó.
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Las palabras de su propio ex jefe de Gabinete y actual titular de la Comisión de Presupuesto del Senado sorprendieron a la Presidenta, que no perdió tiempo para responderle. “¡Qué gracioso que estás, Aníbal Fernández!, o ¿qué tomaste?, ¿vivarachol hoy a la mañana?”, se preguntó con ironía y entre risas, la primera mandataria de cara al propio legislador, durante un acto de entrega de viviendas que ambos compartieron en la Casa Rosada.
De manera elíptica, Cristina también cargó contra los productores agrarios que retienen granos para beneficiarse con la cotización del dólar. Sostuvo que la avaricia “es un pecado capital” y les recomendó a los argentinos con alto poder económico que “olviden por un momento la especulación y piensen en el país”.
La jefa de Estado remarcó que “hay algunos argentinos que, sin darse cuenta, muchas veces adoptan comportamientos y conductas que van contra sus propios intereses y cuando se dan cuenta, ya es demasiado tarde”, les advirtió