España valida la píldora poscoital

Ni las españolas abusan de la píldora del día siguiente, ni este fármaco causa un sinnúmero de reacciones adversas. El informe sobre la anticoncepción de emergencia que la Agencia Española del Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha realizado a petición del Ministerio de Sanidad zanja los temores contra este fármaco, siempre rodeado de polémica. La AEMPS, que ha detectado solo 35 reacciones adversas en 11 años, se muestra partidaria de continuar con la venta libre y sin receta de la píldora poscoital, fármaco que considera seguro. Un punto en el que coincide con la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), a quien la ministra de Sanidad, Ana Mato, también encargó un informe para estudiar la conveniencia de la venta libre.

Mato afirma, sin embargo, que los estudios de que dispone no son concluyentes. En realidad cuenta con dos informes muy rotundos a favor de la dispensación libre, y de otro, el realizado por la Organización Médica Colegial (OMC), abiertamente contrario. La ministra no ha avanzado la decisión, pero se ha referido a los “peligros” del fármaco, del que se han vendido más de 6,3 millones desde que en 2001 obtuvo los permisos en España. Ante esa “falta de coincidencia” de los tres informes, Sanidad ha solicitado un cuarto al Comité Español de Farmacovigilancia —dependiente de la Agencia del Medicamento—.

El ministerio busca analizar, sobre todo en las menores, los efectos del levonorgestrel —principio activo del que existen dos fármacos: Norlevo y Postinor—, anticonceptivo de urgencia que debe tomarse dentro de las 72 horas siguientes a la relación sin protección adecuada. Esta píldora se vende sin receta desde septiembre de 2009, cuando el Gobierno socialista decretó su liberalización. Una decisión que nunca agradó al PP. El partido de Mariano Rajoy presentó en 2010 una moción en la que instaba a volver a la receta. La propuesta, apoyada por Convergència i Unió, no prosperó.

Ahora, en el Gobierno, el PP no ha cambiado de idea. El problema es que apenas cuenta con argumentos científicos sólidos. “No hay nuevos datos que pongan en cuestión la eficacia de los anticonceptivos de emergencia”, dice la AEMPS, que lo considera un método “altamente efectivo frente a otras alternativas”. La Agencia, dependiente del ministerio, afirma que es un fármaco seguro en el que sus efectos secundarios son mayoritariamente leves, como las náuseas. De los 35 casos de reacción adversa que documenta en más de 11 años; 20 se han definido como “graves”, según los estándares europeos, que abarcan desde trombosis hasta embarazo ectópico (fuera del útero). Aunque en la mayoría de estos casos la paciente tenía problemas de salud previos o antecedentes familiares.

“Los efectos adversos de este método están muy controlados. Es un fármaco seguro”, afirma Isabel Serrano, presidenta de la Federación de Planificación Familiar Estatal. Esta organización, que también ha enviado un completo informe a iniciativa propia a Sanidad, critica la postura de Mato. “Deja entrever un claro sesgo ideológico. Y más cuando pide un nuevo estudio. Parece que los que tiene no le dan las conclusiones que quería”, sostiene Serrano.