Analistas y brokers de la city explicaban ayer la caída del Merval como un acumulado de factores que sumó un nuevo capítulo: el enfrentamiento entre el Gobierno y el frente sindical que encabeza Hugo Moyano puso un marco de incertidumbre sobre lo que acontecerá de aquí en adelante. Para los especialistas, la caída del Merval podría tomarse como “señal” del complejo escenario: el indicador descendió 1,7% y pierde 6% en el año. En rigor, si se toma el índice en dólares (al final de cuentas se trata del valor de una canasta de acciones) el dato resulta más decepcionante. Pero para el grueso del mercado, la alarma viene por otro lado. El precio del dólar que se utiliza para fugar recursos del país tocó ayer su máximo: $ 6,68.

El dato se obtiene calculando cuánto se pagaba ayer a última hora por una acción de Tenaris en el mercado local (en pesos) y la venta respectiva de ese activo en un mercado del exterior (Nueva York, por ejemplo) en dólares. La diferencia con la cotización oficial de 47,78% es, finalmente, uno de los datos que ayer reverberaban en la cabeza de propios y extraños.

“El ruido de la pelea entre el Gobierno y Moyano afectó una vez más a los inversores, aunque la tendencia viene siendo siempre descendente”, señaló Juan José Vázquez, analista de Bull Market Brokers.

Según sostienen en el mercado, la baja liquidez del mercado y la fuerte afluencia de negocios hacia las plazas que permiten la operación de ‘contado con liquidación‘ es una constante.

De todas formas, los analistas señalaron que los activos locales operaron en línea con las bajas externas, un día después de que la Reserva Federal estadounidense decidió no ejecutar una nueva ronda de emisión cuantitativa y sólo prolongó hasta fin de año la Operación Twist, mientras datos macro de la mayor economía del mundo volvieron a decepcionar.

“Siguen llegando señales de desaceleración global, una vez más desde China donde los indicadores de manufacturación siguen mostrando preocupantes deterioros, lo cual se complementó con una contracción al mayor ritmo de los últimos tres años en la Eurozona”, señaló el economista Gustavo Ver a la agencia Dyn.

Los malos datos macro presionaron a la baja el precio de las commodities: el petróleo cayó 4% Y el oro mermó 1,2%. Para la soja también se tuvieron malas noticias: 0,55% en el Mercado de Chicago.

En Wall Street, el Dow cedió 1,97% y el índice S&P500 descendió 2,24%. A una serie de datos que mostraron una desaceleración global se sumaron cifras económicas débiles en Estados Unidos e impactaron negativamente en la plaza.
Los números del Departamento de Trabajo mostraron que el número de estadounidenses que pidió seguro de desempleo por primera vez mostró pocos cambios la semana pasada, a 387.000, mientras que un indicador mensual de la actividad manufacturera china cayó a un mínimo de siete meses de 48,1.
Otros datos de la Reserva Federal de Filadelfia mostraron que la actividad manufacturera en la zona norte de la costa este de Estados Unidos se contrajo por segundo mes consecutivo en junio, mientras que las ventas de casas usadas bajaron en mayo.

“El problema comienza con Europa, cuya economía está débil por razones obvias y por eso están comprando menos productos de China, mientras China vende menos productos y eso está desacelerando su economía”, dijo Stephen Massoca, director gerente de Wedbush Morgan en San Francisco.