Sin dudas que el fútbol puede ofrecer sensaciones variadas y así como todo es tristeza, la alegría puede devenir rápidamente y todo puede cambiar. El ejemplo más claro de ello es River Plate, que hoy vive con felicidad su regreso a Primera División pero que hace un año perdía su lugar en la categoría, tras perder la Promoción ante Belgrano, que ese 26 de junio de 2011 marcaba un antes y un después para el fútbol argentino. Esa fecha hizo olvidar, o minimizar, la alegría que tenían los hinchas al recordar el 26 de junio de 1996, cuando fueron campeones de la Copa Libertadores de América por segunda vez.


En lo que respecta al descenso, la historia tuvo una larga agonía para los simpatizantes “Millonarios”. Después de arrancar el campeonato con posibilidades de llevarse el título, el equipo entró en una caída libre de la que no pudo salir. La presión llevó a los jugadores y a su técnico Juan José López a tener que jugar la Promoción, cuando hasta la última fecha dependía de sí mismo para evitarla. Sin embargo, River cayó de local con Lanús y tuvo que definir su permanencia ante Belgrano, que en Córdoba le ganó 2 a 0 la ida y en la vuelta logró un 1 a 1 en el “Monumental” que provocó la caída de uno de los equipos más grandes del fútbol argentino y de los más grandes a nivel internacional


Curiosamente, esa fecha reemplazó a uno de los días más felices que tenía la gente de River. Un 26 de junio, pero de 1996, el gran equipo conducido por Ramón Díaz hacía historia y conseguía la segunda Copa Libertadores de su historia, luego de vencer en el partido de vuelta al América de Cali por 2 a 0 (la ida fue derrota en Colombia por 1 a 0). En ese plantel, brillaron nombres como Enzo Francescoli, Ariel Ortega, Hernán Crespo, Germán Burgos, Hernán Díaz, Leonardo Astrada, Matías Almeyda (el técnico del reciente ascenso), Juan Pablo Sorín, Ricardo Altamirano, Celso Ayala y Marcelo Gallardo.