A pocos metros la observaba Daniel Scioli, con quien hizo las pases la semana pasada. A diferencia de la cadena nacional que el gobernador bonaerense nunca olvidará, esta vez pudo respirar tranquilo ya que los dardos no fueron dirigidos a él. Desde el atril, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner cargó duro contra los bancos y dos ex funcionarios kirchneristas que pasaron por el Central: Alfonso Prat Gay y Martín Redrado. A ninguno lo nombró.

La mandataria también contestó las críticas por el uso de la cadena nacional, que luego del récord que impuso con tres de ellas en una semana derivó hasta en un proyecto legislativo del PRO para eliminarla. En el discurso, repitió en nueve ocasiones el mismo concepto – “la cadena nacional del miedo y del desánimo”– para atacar a los canales de noticias que “todos los días te largan pálidas; y cada media hora, cuando dan los títulos, te dicen cosas y nunca una buena”.

En una nueva crítica presidencial al financiamiento dirigido al consumo, calificó de “mezquinos” a los bancos privados por no publicitar líneas de créditos a la inversión.
 
Luego de que Prat Gay criticara al viceministro de Economía, Axel Kicillof, la jefa de Estado salió en defensa de su funcionario. “Quiero recordarle que (Prat Gay) se tuvo que ir porque se peleaba con el ministro de Economía por las políticas activas que teníamos”, reveló sobre la salida del actual diputado de la CC-ARI del BCRA durante la presidencia de Néstor Kirchner. La respuesta no se hizo esperar y el economista reclamó que “la Presidenta no pierda el tiempo conmigo y se ocupe de la inflación, la inseguridad y el empleo”. Y le pidió “que deje que Kiciloff se defienda solo”.

La mandataria le dedicó otro tramo al ex presidente del Central. “Me dio un poquito de fastidio escuchar que se arrogaban políticas que habían criticado. Y recuerdo también la circunstancia por la cual se fue. Fue cuando quiso imponerle dos directores y sino le presentaba la renuncia a Kirchner. Nunca le presenten la renuncia a un Kirchner”, advirtió. El legislador le retrucó que en su paso por la entidad monetaria, “crecíamos muy fuerte y sin inflación, por eso bajaba en serio la pobreza”.

Al calificarlo como “el de las reservas, el que hizo el escándalo”, CFK no necesitó nombrarlo cuando recordó que en 2009 Redrado, por entonces al frente del Banco Central, había pronosticado un saldo de la balanza comercial de u$s 6 mil millones, una estimación que resultó ser el 50% de lo que realmente arrojaron las arcas públicas.

De viaje en el exterior, Redrado respondió por Twitter. “Confunde las proyecciones del REM (Relevamiento de expectativas de mercado) que incluía las proyecciones de 50 instituciones económicas”, escribió. Y ante El Cronista, por mail, agregó que “sin dudas le molestaban las opiniones independientes y criticaba al Central por reflejarlas en los informes”.