El gobierno de José Manuel de la Sota ya tomó la determinación de entablar juicio contra el gobierno nacional ante la Corte Suprema de Justicia por la deuda de 1040 millones de pesos para compensar a la Caja de Jubilaciones provincial.

A ese monto -correspondiente a 2011- se agregan los desembolsos pendientes de este año más 500 millones de pesos por obras públicas, con lo cual el gobernador estima una acreencia global de $ 2200 millones.

"Los tiempos están agotados", dijo ayer el jefe de Gabinete de la provincia, Oscar González, respecto de los reclamos que Córdoba viene haciendo ante la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses) por el convenio no cumplido sobre el financiamiento del déficit de la caja previsional.

La noticia se conoció al mismo tiempo en que el gobernador de Santa Fe, el socialista Antonio Bonfatti, reclamaba en público $ 1300 millones al gobierno nacional, también correspondientes a deudas previsionales. "Que cumplan con la ley y paguen lo que corresponde", dijo Bonfatti.

En Córdoba, la decisión de De la Sota fue comunicada durante un encuentro en la Legislatura cordobesa convocado para informar a los legisladores nacionales por Córdoba sobre la crisis financiera que atraviesa el sistema previsional, debido a la deuda de la Nación.

A la cita acudieron los parlamentarios opositores del radicalismo y el Frente Cívico -entre ellos Oscar Aguad y Luis Juez-, pero no lo hicieron los que responden al kirchnerista Frente para la Victoria, que no avalan los reclamos de De la Sota .

González aclaró que se decidió avanzar al no recibir respuestas a una nota que el gobierno cordobés le había enviado días atrás al director de la Anses, Diego Bossio.

Fuentes del gobierno cordobés indicaron que la presentación en la Corte se hará el lunes próximo.

Ante los opositores, González anunció que la provincia no cederá a presiones de las autoridades nacionales: ratificó que no se reducirán los haberes jubilatorios, que se mantendrá el sistema del 82% móvil y que no será prorrogada la emergencia previsional que vence a fin de mes.

En sus primeros seis meses de gestión, De la Sota pudo afrontar sin contratiempos la crisis financiera y la falta de envío de fondos federales. Con la recaudación, que subió respecto del año anterior, más los ingresos por coparticipación, el gobernador pagó en término sueldos y aguinaldos a los estatales y no sufrió conflictos de la magnitud de los que padece su colega bonaerense, Daniel Scioli.

Al mismo tiempo, captó fondos mediante la colocación de letras del tesoro y semanas atrás recaudó 105,5 millones de dólares con un bono de deuda a un año de plazo y con una tasa del 9%. Con la seguridad de esos fondos y en su plan de postularse para presidente en 2015, De la Sota desafió a la administración de la presidenta Cristina Kirchner.

El caso de Santa Fe también empieza a agravarse, y Bonfatti, habitualmente cauto para referirse al gobierno nacional, ayer fue enfático: "Le pedimos a la Nación que cumpla con la ley, que nos paguen lo que nos deben, que a valor histórico son $ 1307 millones". Y añadió: "Estaríamos en otra situación totalmente distinta en la provincia si pudiéramos hacernos de ese dinero, que es legal".

Bonfatti aclaró que no espera ningún adicional extra, sino simplemente que se paguen los fondos adeudados. "Con el transcurso de los días veremos si se termina haciendo justicia con algo que venimos reclamando desde hace mucho tiempo o si se trata, una vez más, de beneficiar a los gobernadores que comparten el mismo signo político que la Presidenta", dijo el goberna