Pueblada en barrio Yapeyú por la violación de una adolescente

Vecinos de una joven víctima de abuso sexual incendiaron la vivienda donde estuvo retenida. El fenómeno se repite, ya que del mismo modo actuaron los vecinos de Priscila Soria cuando prendieron fuego a cinco casas en barrio Santa Lucía. La mirada del sociólogo Máximo Sozzo.

Dos personas mayores de edad abordaron a una menor de 14 años y la condujeron a una vivienda abandonada, ubicada en Formosa al 7.400, donde la sometieron sexualmente. Los hombres están detenidos y se lleva adelante una investigación sobre abuso sexual con acceso carnal.

Los vecinos de la víctima, según indicó el Jefe de Policía de la provincia, al enterarse de la noticia incendiaron la vivienda desocupada, donde la menor había estado raptada.

Este modo de expresar indignación y repudio se suma al incendio de cinco casas que quemaron los vecinos de Priscila Soria, en barrio Santa Lucía, buscando al sospechoso de su asesinato.

Sobre estos dos hechos, Máximo Sozzo, profesor de Sociología y Criminología de la UNL sostuvo que “esto forma parte de un proceso social que está fuertemente vinculado a dos causas centrales: por un lado, a la falta de presencia estatal en esos territorios signados por falta de oportunidades, privaciones y desventajas; y por otro, a la presencia de actores estatales que en vez de generar confianza generan lo contrario como la institución policial”.

En ese sentido, explicó que “este doble elemento que hace que la policía, en todos los lugares del mundo no solamente en Argentina, es la boca de entrada de todas las estructuras estatales que se dedican a resolver conflictos que están criminalizados. Entonces, si esta boca de entrada genera desconfianza, temor y reacciones de carácter negativo es evidente que la gente lo que hace es buscar resolver los problemas por otras vías”.

“En un contexto de tamañas privaciones y desventajas el recurso de la violencia es como lo único que queda a la mano”, consideró Sozzo.