En diálogo con LT10, Nelly Giscafré, especialista en psicología deportiva y ex psicóloga de Las Leonas, expresó que “Las Leonas son un equipo muy consolidado. Si bien hay chicas muy jóvenes, las más grandes la preparan y las sostienen. La presión está dividida y compartida. Por ejemplo, las más grandes, como Luciana Aimar, las reúnen en el cuarto, preparan mates y generan un clima muy especial que diluye las presiones”.

Consultado sobre cómo se logra el equilibrio que le permite a los deportistas estar muy concentrados pero sueltos para animarse a más, Nelly Giscafré sostuvo que “esta situación es muy diferente en un deportista individual y un equipo. Un equipo armado y hecho, como el de básquet y Las Leonas, permite que los jugadores estén muy concentrados y a su vez, sueltos. La presión es natural dentro del deporte de alto rendimiento como lo es la vida de todos nosotros. La presión no se puede negar. Lo ideal es que la presión se combine con la pasión y genere la magia que permite jugar suelto”.

Sobre cómo juegan las tribunas en contra, la especialista en psicología deportiva sostuvo que “Las Leonas están muy acostumbradas a jugar con tribunas en contra. En este caso, los ingleses son muy respetuosos en las tribunas. Las chicas están muy acostumbradas a jugar con tribuna en contra porque su rival más importante es Holanda y no nos olvidemos que en Holanda el jockey es el deporte nº 1”.

Consultado sobre cómo hace un deportista para desterrar los fugaces pensamientos negativos, Nelly Giscafré manifestó que “la negatividad de los pensamientos existe. Uno se puede preparar para manejar estas situaciones. Nosotros no les enseñamos a los deportistas que el pensamiento no es todo. La acción suele desmentir lo que estamos pensando. Uno puede aprender que no somos lo que pensamos. El pensamiento negativo surge de la fantasía de controlarlo todo. Uno tiene que comprender que no pEl deporte de alto rendimientouede controlar todo. La base del pensamiento positivo es la confianza. Lo que no podemos hacer es esperar cosas imposibles. Hay que aceptar que no siempre vamos a resolver las situaciones con perfección”.