Ahora Caló dice que no se baja, pero el antimoyanismo pone en duda su apoyo

Tras haber hecho trascender que por motivos de salud analizaba dar un paso al costado, el dirigente ratificó su postulación. Pero sus aliados alertan que quedó debilitado y hablan de otros candidatos para el cargo de secretario general de la CGT.

El antimoyanismo no gana para sustos con las ideas y vueltas de Antonio Caló y el futuro de su postulación para la conducción de la CGT enfrentada a Hugo Moyano. Es que en apenas 48 horas, el líder de la UOM se bajó y volvió a subirse a la candidatura cegetista, descolocando a todos los gremios enrolados en la oposición al camionero, que ahora dudan de seguir respaldando su postulación.

La polémica se generó el martes cuando los diarios Crónica y Bae, ambos pertenecientes al Grupo Olmos, gerenciador de la obra social de la UOM, publicaron la versión de que Caló analizaba declinar su aspiración de conducir la CGT debido a que enfrentaba algunos problemas de salud. El dirigente optó por el silencio frente a esos rumores, mientras desde su propio gremio consideraron como “muy probable” su paso al costado y hasta deslizaron los nombres de los dirigentes Francisco “Barba” Gutiérrez y Naldo Brunelli como eventuales reemplazos para la postulación cegetista.

Recién ayer Caló salió a aplacar la polémica y ratificó sus aspiraciones para la conducción de la central obrera. “Ya estoy en la cancha nuevamente y a disposición del confederal de la CGT. Si los compañeros quieren que Caló siga siendo el candidato a secretario general de la CGT, yo estoy a su disposición”, afirmó el metalúrgico. Pero no desmintió haber evaluado su posible paso al costado y hasta reconoció haber conversado el tema con un grupo de dirigentes luego de haber sufrido el último sábado un pico de presión. “Lamento que haya salido esto, fue un comentario en una mesa de amigos, pero nada más”, aseguró. Y aclaró que los resultados de los exámenes médicos que se realizó fueron satisfactorios.

Esas explicaciones, sin embargo, no lograron acallar las especulaciones generadas detrás de las idas y vueltas de Caló. En algunos sectores gremiales vincularon la situación a una disputa dentro del propio gremio metalúrgico, en tanto que otros deslizaron la existencia de una supuesta intervención del Gobierno para que el dirigente mantenga su postulación.

Entre los sindicatos aliados al metalúrgico en el frente antimoyanista atribuyeron la polémica a “una torpeza” del dirigente y hasta plantearon dudas sobre el futuro de su postulación. “Objetivamente quedó muy debilitado. Hoy es un candidato flojo, poco sólido”, advirtió un gremialista del sector. Otro dirigente, más duro, calificó de “incomprensible y poco seria” la actitud de Caló y desconfió de la continuidad de la candidatura del dirigente. “Esto nos golpea a todos y solo beneficia a (Hugo) Moyano”, criticó.