Un documento oficial de Uruguay llama ‘Falklands’ a las Malvinas

El decreto firmado por el presidente Mujica ordena que los servicios consulares de las islas sean atendidos por la embajada en Londres. Aseguran que ya se cambió el texto. Anoche desde Montevideo se aclaró que fue un error de nomenclatura.

Un decreto firmado por el presidente uruguayo José Mujica llama ‘islas Falklands’ a las Malvinas y ordena que los servicios consulares del archipiélago austral (las islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur inclusive) deberán ser atendidos por la embajada en Londres. Así escrito, en el lenguaje diplomático significa con claridad que para la Cancillería uruguaya las Malvinas son británicas.

Sin embargo anoche el Ministerio de Relaciones Exteriores emitió un comunicado en el que “reafirma que no existe duda alguna acerca de la posición de Uruguay respecto a la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas ni sobre su denominación” y explicó que “el error de nomenclatura detectado en el decreto 206/12 se debe a meras causas administrativas que ya han sido subsanadas”.

Pero el blooper diplomático no puede ser más inoportuno, ya que las relaciones entre la Argentina y Uruguay se tensaron en las últimas semanas por las acusaciones cruzadas sobre supuestos sobornos para la contratación de la empresa Riovía en el dragado del canal Martín García.

El documento firmado por Mujica el 25 de junio de 2012 y que reveló el diario El Observador, no cumple con el formulismo básico dispuesto por las Naciones Unidas en 1966, dada la disputa de soberanía existente entre Londres y Buenos Aires. Esto es que si se menciona en textos diplomáticos a las Falklands deberá escribirse Malvinas entre paréntesis si es en idioma inglés y viceversa en caso de que se las mencione en castellano.

El decreto que redistribuye “las jurisdicciones consulares que regirá la actividad de Misiones Diplomáticas con funciones consulares y de las Oficinas Consulares de la República que forma parte integrante y se adjunta el presente Decreto” tiene un apartado donde figuran los “territorios dependientes”. Allí se mencionan a las ‘islas Falklands’.

En Buenos Aires, el ‘error’ generó sorpresa y malestar. Y es que en diciembre pasado, Uruguay rubricó como miembro del Mercosur la prohibición para que barcos con la insignia de los kelpers amarren en los puertos del bloque. Además, en marzo en una reunión de cancilleres de Unasur (Unión de Naciones Sudamericanas) los ministros firmaron una declaración denunciando la presencia de barcos militares ingleses en las islas Malvinas. No ‘Falklands’.

El presidente uruguayo ayer también cuestionó al Mercosur al asegurar que vive “una crisis institucional”. Pepe Mujica dijo al diario La República que “hay que hacer un balance de la realidad, aquel Mercosur de los 90, nacido en pleno neoliberalismo, cambió”. Por ello reclamó mayor “flexibilidad” en el bloque.

En este sentido, el mandatario pretende negociar por fuera del Mercosur acuerdos comerciales, sobre todo por las restricciones a las importaciones en la Argentina que han generado pérdidas millonarias entre los industriales uruguayos.

Mujica ayer fue categórico: “El proceso económico que vive la Argentina puede afectarnos en un futuro, por lo que no hay que poner los huevos en una sola canasta”, dijo el presidente y anunció que Uruguay está listo para sellar un acuerdo comercial con Perú.
Lo cierto es que de esta manera el mandatario uruguayo toma cada vez más distancia del gobierno de Cristina Kirchner, hasta ahora sostenido por los “sapos y culebras” que confesó debió tragarse para no dinamitar la relación bilateral.
El episodio del canal Martín García parece haber cruzado ese límite. La guerra de comunicados de ambas cancillerías culpándose por la supuesta corrupción que ambos países se endilgan por el contrato con la empresa holandesa Riovía sepultó el diálogo entre ambos países