La turbulencia en Brasil hace temblar a los mercados. La bolsa de San Pablo arrancó la jornada en baja, igual que el real, como reacción a la decisión de la Corte Suprema de llevar a foja cero el proceso de impeachmentcontra la presidenta, Dilma Rousseff, y mientras los rumores sobre una eventual salida del ministro de Hacienda, Joaquim Levy, del gobierno crecen. La Bolsa de San Pablo abrió hoy en fuerte baja, con una caída de 1,78% en su principal indicador, el índice Bovespa, que se situaba en 44.454 puntos. Luego siguió la tendencia decreciente y la caída llegó a 2,2%, a 44.265 puntos. En el mercado de cambio, en tanto, el dólar se apreciaba 0,82% frente al real y se negociada a 3,91 reales para la venta. Luego mermó a 0,15% y 3,899 reales.

El futuro de Levy

Mientras tanto, el ministro de Hacienda, Joaquim Levy, apodado "Manos de Tijera" por sus planes de ajuste, habló hoy en una rueda de prensa en tono de despedida, pero se negó una y otra vez a confirmar o desmentir esas versiones. "Todo lo contrario", se limitó a declarar el ministro cuando fue preguntado de una y otra manera sobre las insistentes conjeturas en torno a lo que para la prensa local es "inminente". Pese a resistir la presión de los periodistasDesde que asumió Hacienda, a comienzos de año, Levy ha sufrido una serie de reveses y trató de implementar un agresivo plan de ajuste fiscal, en un esfuerzo por atajar un déficit presupuestario general que podría llegar al 10 por ciento del Producto Interno Bruto en 2016., Levy habló sobre su gestión en el Ministerio de Hacienda siempre en pasado y confesó que siente una cierta "decepción" por la "falta de respaldo", tanto del Gobierno como del Parlamento, a algunas medidas que propuso para ajustar las cuentas públicas y racionalizar el gasto. "Faltó respaldo para algunas propuestas fiscales y tributarias. No vi a ninguno de los partidos políticos apoyar muchas medidas que habrían mejorado la eficiencia de la gestión económica", declaró. No obstante, valoró que muchas de las iniciativas planteadas en el marco de un duro ajuste fiscal destinado a corregir una serie de desequilibrios en las cuentas públicas fueron aceptadas, aunque no dejó de precisar que para ello tuvo que vencer resistencias, incluso dentro del propio Gobierno. "Se fue entendiendo que el ajuste fiscal no era un capricho, sino una necesidad del país" y del propio Gobierno, que en los últimos años se "excedió" y "gastó mucho más de lo que podía gastar", dijo.

Sobre la situación del país, cuya economía se encogerá este año en torno al 3,8 % y el año próximo cerca de un 2,5 %, según casi todas las proyecciones, Levy se mostró confiado en una recuperación, pero sostuvo que todo dependerá del clima político. "Los empresarios tienen mucha incertidumbre sobre el escenario económico, los mercados también, y nada de eso ayuda", reconoció. Según el ministro, la posibilidad de que la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, sea sometida a un juicio con miras a su destitución crea "incertidumbre" en los mercados financieros e impacta negativamente en la economía, por lo que la resolución de los problemas económicos pasará necesariamente por la superación de la crisis política.

Levy también se refirió al impacto de la decisión de la agencia Fitch de rebajar la nota de crédito del país, con lo cual Brasil perdió el llamado grado de inversión que identifica a los buenos pagadores.

"Obviamente la rebaja de nota es una advertencia y tendrá un impacto muy fuerte en la vida de las empresas", declaró Levy, quien subrayó que "por eso mismo es importante que a partir de ahora se adopten medidas estructurales y fiscales que permitan revertir esa situación".

El déficit, que incluye los pagos de intereses, se disparó al 9,5 por ciento del PIB en octubre desde el 5 por ciento del mismo mes en 2014.

Los medios brasileños ven al ministro de Planificación, Nelson Barbosa, como un posible sustituto para Levy. El diario Folha de S. Paulo dijo que el reemplazo podría producirse este mismo viernes, pero no citó fuentes.