Escándalo en Venecia por filme irreverente de sexo con un crucifijo

Venecia. El irreverente filme del  austríaco Ulrich Seidl, "Paradise Faith", en concurso por el León  de Oro en la Mostra de Venecia, junto con otras 17 películas,  escandalizó este viernes con una escena de sexo con un crucifijo.

"Faith suscita escándalo", titula el diario italiano Coriere  della Sera al reseñar el filme decididamente anticlerical,  protagonizado por una ferviente católica que se flagela, usa el
cilicio, camina por la casa de rodillas, impreca a los pecadores  y llega a masturbarse con un crucifijo.

La escena, en la que la católica Anna María, una auxiliar en  rayos X, lentamente descuelga el crucifijo de la pared de su  habitación, lo acaricia, lo besa, lo vuelve a besar cada vez más
intensamente, hasta que finalmente se masturba con él bajo las  cobijas, es seguramente una de las más impresionantes del cine  contemporáneo.

La película, una historia de excesos místicos en la que  inclusive la fotografía del papa Benedicto XVI es denigrada,  arrancó risas y fue aplaudida durante la primera proyección a la
prensa especializada y probablemente generará reacciones en  Italia, uno de los países más católicos del planeta, y en el  Vaticano.

Para Anna Maria, el camino que la llevará al paraíso reside en  Jesús, por lo que decide recorrer toda Viena con una imagen de la  Virgen María de unos cuarenta centímetros en la mano y llamando  puerta a puerta para convencer a la gente de que se una al  cristianismo.

El regreso inesperado tras años de ausencia de su marido, un  musulmán egipcio postrado en una silla de ruedas, termina por  reforzar su fe debido a sus continuas peleas.

"La protagonista no entiende que la adoración ciega por Cristo  la convierte en un ser inhumano, incapaz de sentir amor y de  comunicar la más importante virtud cristiana: amar al prójimo",  comentó el director.

El film, que forma parte de la trilogía Paradise (las otras  dos son Paradise: Love y Paradise: Hope), del realizador Seidl,  producido por Francia, Austria y Alemania, denuncia con un
lenguaje irónico el fanatismo religioso.

"Somos las tropas de asalto de la Iglesia" es el lema de la  comunidad religiosa a la que la protagonista pertenece, la cual  encarna la pasión tanto espiritual como carnal por Cristo.

El director, renombrado documentalista, premiado en 2001 en  Venecia por su primer largometraje "Hundstage", dijo haberse  inspirado en las peregrinaciones religiosas para convencer  adeptos.

"Ella es una mujer decepcionada del amor, de los hombres y  frustrada sexualmente. Siente un vacío interior", explicó.