La AFIP barre con arbolitos mientras recorta a la mitad montos para viajes

El dólar paralelo no operó ayer en calle Florida debido a la presencia de un centenar de inspectores que paralizaron a la City. Mientras combate el circuito blue, la AFIP también restringe la disponibidad del dólar turista. El promedio otorgado por persona cayó de u$s 140 a u$s 70 diarios

“Recreo: tienen hora libre”, bromeó el jefe de una banda de arbolitos instalados en la calle Florida. Es que ayer a la mañana desembarcó en la City porteña un centenar de inspectores de la AFIP que permaneció durante toda la jornada e impidió las habituales operaciones con el dólar paralelo. El operativo anti-arbolito no pasó desapercibido: un juez ordenó ayer que los procedimientos en la vía pública sobre la venta ilegal de divisas sean encabezados por inspectores del Banco Central, tal como establece la ley penal cambiaria, y con “control judicial”.

Según informó la AFIP, ayer se relevaron 21 casas de cambio y se detectaron cinco arbolitos, además de “una sastrería donde se comercializaban dólares estadounidenses”. Los funcionarios comunicaron que dieron intervención a la Justicia, así como al Banco Central y se encargaron de recordar que la sanción contemplada por operar en cambios sin autorización puede llegar hasta los ocho años de prisión y multa de hasta 10 veces el monto de la operación.

“Con sus camperas negras de la AFIP, las inspectoras parecen más señoras que vinieron a pasear y mirar vidrieras”, contaba ayer un arbolito. Es que el organismo absorbió a unos 2.000 empelados que trabajaban en las AFJP, muchos de ellos mujeres que se desempeñaban como promotoras y vendedoras. Así, los arbolitos se vieron ayer rodeados por un lado por los agentes de la AFIP, y por otro, por la policía y los inspectores de Espacio Público del gobierno porteño, que controlan que no se instalen los manteros en Florida.

La presencia de los agentes se tradujo en un día libre para los arbolitos. Los ganadores fueron los que cobran un sueldo fijo, mientras que perdieron los que van a comisión, que son la mayoría. Entre los perjudicados también estuvieron los turistas, que anteayer recibían $ 6,25 por cada dólar, mientras que ayer debieron conformarse con los $ 4,61 que les entregaron en las casas de cambio, casi un 30% menos. De todas formas, es más que los $ 4,20 del “dólar hotel”, o los $ 3,70 que marca la pizarra del “dólar aeropuerto”.

A la par de la cruzada anti-blue, la AFIP también retacea cada vez más el acceso al dólar turista, esto es, la adquisición de divisas para viajar, único destino autorizado. En noviembre pasado, apenas comenzaron los controles, se validaba un promedio de u$s 140 diarios, mientras que ahora la cifra se redujo a la mitad. Con una salvedad: es preciso ir a las casas de cambio ni bien abren porque es probable que hacia el mediodía ya se agote el “cupo” asignado, un fenómeno que se repite día a día aunque desde el Gobierno se niega que exista este tipo de restricciones.

El endurecimiento de los controles golpeó seriamente a las grandes casas de cambio, que apenas comenzó el cepo podían llegar a vender unos u$s 400.000 diarios, mientras que ahora la cifra se redujo a u$s 100.000. En realidad, el equivalente a u$s 100.000, porque el 95% de las operaciones corresponde a euros, reales, chilenos y bolivianos.

Otra de las novedades es que cada vez son más los bancos que restringen la venta de moneda extranjera, ya sea a través de un monto mínimo, o bien limitando las transacciones al Home Banking, o poniendo un precio de venta muy superior al de las casas de cambio, de modo que la operación les resulte rentable. Es que les insume un enorme trabajo extra la burocracia que hoy está ligada a la venta de divisas.

Además, están obligados a tener el mismo precio de pizarra en Capital Federal y en el Gran Buenos Aires, con lo cual deben incluir el valor del transporte de caudales, un costo que no tienen las casas de cambio al tener sólo presencia en el microcentro.