La administración de Dilma Rousseff volvió a demostrar porqué Brasil es el mercado de América Latina más codiciado por sistema financiero. El país emitió bonos a 10 años de plazo en las plazas internacionales (Estados Unidos, Europa y en menor medida Asia) a la menor tasa de su historia. Concretamente, Brasil captó u$s 1.350 millones pagando un cupón de 2,635% que se transforma en un rendimiento implícito inferior a 2,686% anual. Así, el riesgo país de Brasil pasa a ser de apenas 110 puntos, lo que significa que sus títulos deben pagar apenas 1,1 punto por encima de los bonos del Tesoro de Estados Unidos (considerados los más seguros del mundo). Los bonos brasileños fueron vendidos por un 99,456% de su valor nominal y fueron colocados por los bancos Deutsche Bank y BTG Pactual. El monto captado por la operación ingresará en Brasil el 12 de septiembre próximo.

En su anterior emisión de títulos de deuda, en abril pasado, Brasil captó 3.150 millones de reales (unos u$s 1.575 millones) en bonos denominados en reales con vencimiento en 2024, para los que acordó pagar una tasa de intereses del 8,6% anual.

La anterior emisión de deuda soberana de Brasil en dólares fue en enero pasado, cuando el Tesoro captó u$s 825 millones en títulos con vencimiento en 2021, que, pese a la crisis internacional, fueron colocados con la menor tasa de interés ya ofrecida por el país en operaciones similares. Los títulos lanzados en enero fueron emitidos con un interés del 3,449% al año, una tasa entonces inferior a la ofrecida por países como España e Italia.

En noviembre del año pasado el Tesoro ya había captado u$s 1.100 millones en el exterior con el lanzamiento de bonos de deuda en dólares con vencimiento en enero de 2041, por los que le ofreció al inversor un rendimiento del 4,69% anual.

La reciente emisión se produjo un día después de que la minera Vale, la segunda mayor empresa de Brasil, realizara una emisión de títulos a 30 años por un valor de u$s 1.500 millones. La suba de la calificación del riesgo de la deuda soberana de Brasil en los últimos meses y la mayor resistencia de la economía brasileña a la crisis internacional han permitido al Gobierno emitir bonos para refinanciar deuda antigua cada vez a menor costo. De hecho, en el mercado ya se especula que Brasil seguirá incursionando en el mercado internacional de deuda. “Ciertamente tenemos mucho margen para hacer al menos una emisión más en dólares este año”, dijo un funcionario brasileño a las agencias de noticias internacionales.
La comparación con la Argentina es inevitable. Mientras que latinoamérica de financia a un costo “regalado”, los bonos argentinos pagan rendimientos de 12% al 2015.