Central no para. El equipo dirigido por Miguel Russo consiguió esta tarde un triunfazo en Junín, ante el complicado Sarmiento (1 a 0), a quien le quitó un invicto en su cancha de 32 partidos, y estiró su racha a ocho triunfos seguidos en el torneo de la B Nacional. Una victoria que a su vez le otorgó al canalla (37 puntos) el plus de treparse a lo más alto de la tabla, al menos hasta mañana cuando Olimpo (36 puntos) juegue su partido ante Ferro Carril Oeste, en Bahía Blanca.

El triunfo del canalla fue merecido porque, más allá de que fue apretada y con un final en el que debió sufrir un poco, fue el más claro y el más profundo de los dos. Fue merecida la victoria porque tuvo mayor ambición y por mayor peso específico.

De todos modos debió esperar hasta los 30 minutos del complemento para sacar diferencias, luego de que el técnico mandara al pibe Becker a la cancha, que en una de las primeras pelotas que tocó armó una buena jugada por izquierda y obligó a Aguilar a cometerle un claro penal, que el Sapito Encina aseguró el balón a la derecha del arquero. 

Antes que eso, hay que decir que en los casi 75 minutos de partido que se llevaban jugados, el canalla había sido el más profundo y punzante de los dos, tanto en la etapa inicial como en los minutos que se llevaban jugados del complemento, al punto que tuvo cuatro situaciones claras para desnivelar, todas de la mano de Toledo.

El desequilibrio de Central llegó por la derecha en el primer tiempo, donde entre Méndez, Encina y Ferrari se las arreglaron para sacar ventaja por ese sector, al punto que de sendos centros desde ese lugar llegaron dos situaciones claras de Toledo. En la primera le ganó en el anticipo a la defensa y de cachetada la tocó, pero el balón pego en la parte posterior de la red. En la siguiente un buen centro pasado de Encina encontró a Toledo en el segundo palo, que cabeceó mal ante la salida defectuosa del arquero Ischuk.

Y la tercera fue en una contra que armó medina con el propio Toledo, pero que el centrodelantero no alcanzó a tocar en la última jugada.

Toledo también tuvo otra en el complemento, tras una buena doble pared con Méndez, que el delantero no alcanzó a definir ante el cierre de dos defensores.

En el complmento justamente el desequilibrio llegó por la izquierda, por intermedio de Becker -ingresó por un inexpresivo Carrizo- para que Central siga edificando su camino hacia el ascenso.

La otra sensación ineludible que dejó el partido es que el canalla no corrió riesgos en ningún momento, ya que Sarmiento, más allá de que en el comienzo del partiido intentó manejar el balón, nunca llegó con peligro al área canalla, salvo en los minutos finales cuando la necesidad hizo que lo empujara hasta el arco de Caranta. Tal vez por que el local lo haya respetado demasiado, pero también por lo que viene haciendo el equipo que cada vez se muestra más sólido, seguro y confiable.
 
Central pasó un rival muy difícil y complicado, estiró su racha a ocho victorias y se trepó al menos momentáneamente a lo más alto de la tabla de la B Nacional.