Con buenos pasajes de juego pero también individualidades determinantes, Vélez comenzó este Torneo Final en La Paternal con una victoria por 1-0 sobre Argentinos, que no le salió fácil y que tuvo un desarrollo accidentado entre factores externos y propios del juego.

En el primer tiempo, había empezado más enchufado el Bicho, aunque a los 13 minutos la epidemia del apagón, que se había dado una vuelta por Santa Fe un rato antes, llegó al estadio porteño y se instaló durante 33 largos minutos.

En la reanudación, el Fortín ajustó sus engranajes y se mostró mucho más preciso con su fórmula habitual, desequilibrando con un Iván Bella en gran nivel. Del otro lado, las intenciones se concentraron demasiado en Juan Anangonó, que debía bajar a hacerse del balón.

Facundo Ferreyra exigió primero a Nereo Fernández, pero Sebastián Sosa debió esforzarse ante un intento de Pablo Hernández. Después, el mismo Chuky no pudo empujar una pelota que peinó Bella, hasta que a los 34 se iluminó Lucas Pratto al recibir por la izquierda lejos del área tras una gran maniobra colectiva y sacar un derechazo al ángulo opuesto de calidad inconmensurable. Golazo para patear el tablero del juego.

Después, Ariel Garcé desperdició un cabezazo y cerca del descanso Facundo Ferreyra recibó para definir por derecha y sacó un tiro muy desviado a la par de una fortísima entrada de Aníbal Matellán. La polvareda de la acción podría haber desembocado en un penal, pero el único saldo que dejó fue un esguince en el tobillo derecho que obligó al goleador del Inicial a dejarle su lugar a Jonathan Copete. Igual, después se supo que la lesión no es tan grave como parecía y quizás pueda recuperarse para el debut copero.

En el complemento, el Bicho se propuso salir con todo a buscar la igualdad, aunque sus ímpetus fueron en parte controlados por la buena noche de Sosa. Al principio, Fabián Cubero tuvo que despejar una pelota muy cerca de la línea, y luego Anangonó remató cerca.

Pero los momentos de máxima tensión sobre el área visitante llegaron alrededor de la media hora, cuando Sosa le tapó una pelota bárbara a Marcos Figuroa y en el rebote el ingresado Leandro Barrera definió lejos. Después otro salidos del bando, Alejandro Navarro, le dio trabajo al guardameta uruguayo. Hacía rato que el campeón había perdido el dominio y caminaba por la cornisa.

No obstante, pasado el vendaval, las entradas de Agustín Allione y Lucas Romero le aportaron tranquilidad al medio de los de Ricardo Gareca y los de Gabriel Schurrer se diluyeron. En el cierre, Fernández le tapó un buen tiro libre a otro de gran noche, Federico Insúa.

Al final, el Fortín supo poner clase y corazón para atesorar un partido muy duro que le da ánimos para lo que viene.