El déficit fiscal superó los 55.000 millones de pesos en 2012
El año pasado cerró con el primer rojo del resultado primario en los últimos 16 años. El déficit financiero aumentó 81% el año pasado y representó el 2,4% del PBI. Fuerte deterioro de las cuentas en diciembre, que se divulgaron con 40 días de retraso
Con una demora de un mes y medio (sin explicación oficial al respecto) el Ministerio de Economía que conduce Hernán Lorenzino informó anoche, pasadas las 20, el resultado fiscal de diciembre y de todo el 2012. Durante el año pasado, el rojo financiero fue de $ 55.564,7 millones, 81% mayor al de 2011. Mientras el resultado primario (antes del pago de intereses de la deuda) mostró una cifra negativa de $ 4.373,6 millones, primer déficit de este tipo en la era kirchnerista y en los últimos 16 años de la Argentina. Los analistas privados que participan del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central esperaban un superávit de $ 1.250 millones (según la mediana de las respuestas).
El déficit financiero de 2012 hubiera llegado a $ 84.322 millones si no se computaran los auxilios financieros de la ANSeS, el Banco Central, el PAMI y los organismos descentralizados por $ 28.757 millones.
El marcado deterioro de las cuentas públicas, que ya se venía evidenciando a lo largo del año pasado, se profundizó en diciembre con un déficit primario de $ 11.045 millones y un rojo financiero de $ 33.148 millones. Sólo en el último mes de 2012 las cuentas públicas tuvieron un desequilibrio superior al de todo 2011. El lunes el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, había dicho que el resultado fiscal del año pasado “no es algo de preocupación”.
En la Ley de Presupuesto Nacional de 2013, el Poder Ejecutivo había pronosticado que 2012 cerraría con un $ 33.000 millones, cálculo que había sido defendido por el viceministro de Economía, Axel Kicillof, en el Congreso.
El parte oficial de la Secretaría de Hacienda precisó que el déficit de las empresas públicas ascendió a 6.583 millones de pesos durante 2012.
Durante el año pasado, los ingresos corrientes totalizaron $ 550.189,8 millones, con un incremento de 26,54%. En tanto, los gastos corrientes treparon a $ 544.81,3 millones, con un avance de 32,2%. Los gastos de capital se desaceleraron y crecieron 15,5% (totalizaron $61.784 millones).
En el comunicado oficial distribuido por la cartera que conduce Lorenzino se subrayó que “durante 2012 las medidas fiscales continuaron apuntando a superar los desafíos de la renovada crisis internacional, a fortalecer el mercado interno, a dinamizar las economías regionales y a continuar con las políticas de inclusión de amplios sectores sociales a la producción y el consumo”.
Y que “atento al deterioro de la situación internacional, la política fiscal actuó en 2012 con un objetivo contracíclico, lo que significó que el Resultado Primario del Sector Público Nacional, medido en base caja, arrojara un resultado negativo de $ 4.374,9 millones”.
Uno de los pilares de la economía argentina había sido en los últimos años el sostenimiento del superávit fiscal. Ya se había perdido el superávit financiero y ahora también el primario.
El deterioro de las cuentas públicas obligó al Gobierno en los últimos años recurrir a sucesivas fuentes de financiamiento ante la imposibilidad de fondearse en el exterior.
La principal fueron las reservas del BCRA que se utilizaron para pagar deuda en el exterior.