En diálogo con LT10, Luis Romero Acuña, reconocido médico oncólogo de Santa Fe, expresó que “la hipótesis de que el cáncer puede ser inoculado es un desvarío. Es una pena que se genere esta confusión ante la muerte de Chávez. Si se inyectaran células cancerosas a una persona el sistema inmunológico las rechaza. Tampoco se pueden comparar las enfermedades de Lugo, Lula, Dilma y Chávez. Recordemos que Chávez tuvo un tumor muy raro en la pelvis. Ningún oncólogo serio puede pensar en esto”.

Además, Luis Romero Acuña agregó que “Chávez eligió tratarse en Cuba, hermosa isla donde no hay ningún centro de lucha contra el cáncer reconocido. Cuba tiene un gran desarrollo médico en la atención primaria de la salud pero no tiene un gran desarrollo en oncología y otras especialidades. Yo supongo que la elección de Cuba tiene que ver con el secreto. El estaba seguro que en Cuba los detalles de su enfermedad no saldrían a la luz. Si él venía a Buenos o a San Paulo, se hubiera informado sobre su salud”.