Barcelona recuperó la memoria luego de unos pocos días de amnesia, volvió a dar una clase de fútbol en el Camp Nou y se clasificó a los cuartos de final de la Liga de Campeones tras vencer al Milan por 4-0 y revertir el 2-0 del partido de ida. La figura fue, una vez más, Lionel Messi, quien marcó los dos primeros goles de su equipo; los restantes fueron de David Villa y Jordi Alba.

En apenas cinco minutos la Pulga abrió el marcador con un zurdazo que se coló en el ángulo; a los 40 llegó el segundo, con otro remate desde la puerta del área que encontró mal parado al arquero Christian Abbiati. Segundos antes, el francés M´Baye Niang había tenido el empate en su botín derecho, en un mano a mano con Víctor Valdés, pero el tiro se estrelló en el palo.

En el segundo tiempo Barcelona bajó la intensidad (los veinte iniciales de la etapa inicial fueron un huracán blaugrana). El tercero, que garantizó el pase a la próxima instancia, fue de Villa, tras un pase de Xavi. En el último cuarto de hora, el Barca caminó por la cornisa, pero el Milan no logró descontar y los locales lo liquidaron en tiempo de descuento con un contraataque que definió Alba.