El Gobierno acusó a Vale “de violentar la seguridad jurídica”

La empresa formalizó ayer el cierre temporal del yacimiento. El ministro De Vido sostuvo que otorgarle a Vale los beneficios que pedía “es robar, es un hecho delictivo”. En Brasil, defienden a la empresa

Al dramatismo de la salida de Vale de un megaproyecto minero que empleaba directa e indirectamente a más de 10.000 trabajadores en el país se le sumó ayer la declaración de ruptura que encabezó el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, que aseguró que la empresa “ha violentado la seguridad jurídica, las leyes de la Argentina y de Mendoza”, ahondando así también las diferencias en la ya conflictiva relación con el principal socio del Mercosur y, lejos, la mayor economía de la región, Brasil.

Dos días después de que la empresa ratificara la suspensión de las obras, ganándose ya las quejas del gobernador de la principal provincia afectada, Mendoza, Francisco Pérez, De Vido fue más allá y dijo que otorgarle a Vale los beneficios que pedía para continuar el proyecto –unos u$s 3.000 millones de dólares– sin ningún tipo de contraprestación “es robar, es un hecho delictivo y nosotros no nos vamos a prestar jamás a expoliar de esa manera a los argentinos”.

Más temprano, el presidente del influyente Consejo de Comercio Exterior de la Federación de Industriales de la ciudad brasileña de San Pablo (FIESP), Rubén Barbosa, fijó posición del lado de la empresa al asegurar que Vale se retiró del proyecto “por las circunstancias de la economía argentina”, que incluyen “los muy altos costos, la inflación y el problema cambiario.

Son problemas muy serios para la compañía, porque está la situación internacional y la de Argentina, donde está el problema cambiario, la inflación y los costos han aumentado muchísimo”, dijo. También el diario brasileño O Globo arremetió contra la Argentina. “La cultura antinegocios en vigor en el país vecino y un enorme descuido en la relación con Brasil –a pesar de todo el discurso de la Casa Rosada en contrario– forzó a Vale a suspender las inversiones y así, a eliminar 6.000 puestos de trabajo, en un país en crisis”. Inclusive, el medio le apuntó al gobierno de Dilma Rousseff por “la extrema condescendencia con que la diplomacia brasileña trata de ‘hermanos’ en general y en particular a la Argentina”.

Dilma y Cristina iban a reunirse la semana pasada, con Vale entre los temas de agenda, pero la muerte de Hugo Chávez suspendió el encuentro, que no se reflotó, menos ahora que Cristina viajará a Roma para la asunción del flamante Papa Francisco, Jorge Bergoglio.