El gobierno bonaerense denunció un acto destituyente detrás de los paros docentes
Los gremios anunciaron una nueva huelga de 72 horas a partir del 8 de abril. El jefe de Gabinete de Scioli afirmó que las protestas responden a un posicionamiento político de los gremios aliados al kirchnerismo. Para Baradel, Pérez está desequilibrado
El conflicto docente en la provincia de Buenos Aires volvió a escalar ayer a partir de la decisión de los gremios del sector de anunciar una nueva huelga de tres días desde el 8 de abril, con lo que se acumularán 11 jornadas de paro desde el inicio del ciclo lectivo, medida que desde el gobierno de Daniel Scioli fue interpretada como “un acto destituyente” que se explica en el “posicionamiento político” de la dirigencia sindical docente, alineada con el kirchnerismo. Si bien desde la administración sciolista rechazaron que el Gobierno nacional esté detrás de las protestas de los maestros provinciales, el jefe de gabinete bonaerense, Alberto Pérez, insistió con la supuesta intencionalidad “política” del conflicto y enfatizó: “Son 11 días sin clases, flaco favor le hacen al Gobierno nacional que apoyan”.
En declaraciones radiales, Pérez la emprendió directamente contra el titular del Suteba, Roberto Baradel, y consideró que su posición en el conflicto “está más cerca de un acto destituyente que de un reclamo salarial”. “Solamente un posicionamiento político de estos dirigentes es lo que puede explicar esto. Algunas de las consignas que se escucharon en la marcha de Baradel lo ratifica”, remarcó en alusión a las pancartas con las leyendas “Chau Scioli” o “Scioli, vamos por vos”, que portaban algunos manifestantes en la movilización docente de la semana pasada.
Las expresiones del jefe de gabinete provincial sintetizaron la línea de discurso que decidió apuntalar el gobierno bonaerense tras el anuncio de los gremios docentes del nuevo paro de 72 horas que se concretará entre el lunes 8 y el miércoles 10 de abril. La profundización del conflicto con los maestros fue el eje del encuentro que Scioli y Pérez mantuvieron ayer por la tarde con los ministros de Trabajo y Educación, Oscar Cuartango y Nora De Lucía, donde se descartó cualquier posibilidad de reabrir la discusión salarial, como reclaman los gremios en rechazo al aumento escalonado del 22,6% que fijó unilateralmente el gobierno provincial.
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El aumento está cerrado, no se discute más. Lo de Baradel es una locura, un paro político que responde a la interna de la CTA”, insistieron ante este diario voceros de la administración sciolista.
En un intento de redoblar la presión para conseguir la reapertura de la paritaria sectorial, el Frente Gremial Docente, que agrupa a los sindicatos de Suteba, FEB, Sadop, UDA y AMET, anunció ayer una nueva huelga de 3 días, con lo que se acumularán 11 días sin clases desde el inicio del ciclo lectivo. Además, los gremios definieron que los días 3, 4 y 5 de abril se realizarán clases públicas en todos los distritos para denunciar “despidos en escuelas privadas y problemas en transporte escolar”, con lo que también se verá resentido el normal dictado de clases durante esas jornadas.
Baradel justificó la continuidad de las medidas de fuerza en la “incapacidad” de Scioli para resolver la negociación con los maestros y respondió las denuncias de Pérez, a quien acusó de estar “desequilibrado y fuera de control”. El dirigente afirmó que el conflicto “no es en contra de Scioli, ni de nadie, sino a favor de que se normalice el servicio educativo y para conseguir un aumento del salario digno”.
“Cuando una provincia tiene un problema tan profundo en un área básica, en un derecho básico que el Estado tiene que garantizar, se tiene que abocar fuertemente a poder resolverlo. Pero no veo asumir plenamente la gravedad del problema, no se entiende por qué en estos días, que estuvimos en las aulas, no nos convocó el Gobierno”, criticó Baradel.