Les pido paciencia, muchachos”. La frase del metalúrgico Antonio Caló en medio de las deliberaciones del plenario de ayer de la CGT resumió la decisión de la entidad de seguir apostando al diálogo con el Gobierno para gestionar respuestas a sus principales reclamos.

Si bien hasta ahora los gestos de la administración kirchnerista ante los planteos de los gremios más afines “no fueron satisfactorios”, según admitieron públicamente varios dirigentes, la central que lidera el titular de la UOM ratificó su alineamiento con la Casa Rosada y, pese a cierta sensación de desplante oficial, rechazó cualquier escenario de confrontación con el Ejecutivo.

El futuro de la relación con el Gobierno constituyó el eje de debate del plenario cegetista, que sesionó ayer en la sede de La Fraternidad con la participación de 83 secretarios generales y una cantidad similar de representantes de obras sociales de los gremios que integran la central. El discurso de Caló ante el resto de la dirigencia apuntó en esa línea: el jefe de la UOM pidió a sus pares de la entidad “batallar” en defensa del modelo kirchnerista y les reclamó “prudencia y paciencia” en sus planteos para “no poner en riesgo” las mejoras laborales obtenidas en los últimos años. Palabras más o menos, la misma advertencia que la presidenta Cristina Fernández suele recordar a los gremios en sus habituales alocuciones.

También el número dos cegetista, el estatal Andrés Rodríguez, privilegió en el plenario la necesidad de profundizar el diálogo con el Ejecutivo y puso de ejemplo las mejoras obtenidas en relación al reclamo de fondos de las obras sociales. “No es momento de confrontar con el Gobierno”, aconsejó. El resto de los discursos del debate tampoco se salió de ese libreto: no hubo voces críticas o declaraciones confrontativas.
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Se destacó lo positivo de la estrategia de seguir gestionando para consolidar una relación más profunda con el Gobierno en cuanto a la agenda de reclamos de los trabajadores”, evaluó el dirigente Héctor Daer (sanidad) en la rueda de prensa posterior al plenario cegetista. La conducción de la central espera ahora por el resultado de las nuevas gestiones encaradas con funcionarios del Ejecutivo para ser recibidos por Cristina.

Daer y el taxista Omar Viviani admitieron que la preocupación sindical por la inflación es una de las cuestiones que la CGT aspira a trabajar con el Gobierno. “Podemos avanzar en un plan conjunto para encontrar una salida a este tema”, dijo el dirigente de Sanidad a la vez reiteró que la situación requiere de medidas “más profundas” que los acuerdos de congelamiento de precios impulsados por el Secretario de Comercio, Guillermo Moreno.

Por su parte, Viviani anticipó que la central obrera pedirá la convocatoria al Consejo del Salario Mínimo con el propósito de que discutir en ese marco la responsabilidad de los formadores de precios en la aceleración de la inflación. No obstante, rechazó que eso implique una revisión al alza en las demandas salariales de los gremios. “No vamos a entrar en ese juego de a más aumento de precios, mayores reclamos salariales”, afirmó.