No fue el Videla seguro de otros juicios. Apenas comenzada su presentación le costó repasar sus estudios cursados. En varias ocasiones tuvo que pedir que le aclararan la pregunta. También se lo vio confuso a la hora de describir su estado de salud.

“Hace cinco años tuve una crisis de memoria transitoria supuestamente por un coágulo producto de la sangre poco fluida. Hace un mes tuve otra crisis de memoria con problemas motrices”, aclaró. Y agregó: “Me dieron incapacidad para venir al tribunal y por eso estoy aquí presente (sic)”.

En el proceso, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 1 de Capital investiga cuatro causas acumuladas sobre crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura. Entre hoy y el viernes concluirán las indagatorias de los 25 imputados, entre los que además de Videla se encuentra Reynaldo Bignone.

Luego de aclarar que no iba a declarar ni a contestar preguntas, Videla argumentó su decisión. Y al igual que en otras causas, insistió en que debería ser juzgado por un tribunal militar y no uno civil. “Este tribunal carece de competencia y jurisdicción para juzgarme”, sostuvo.

Asimismo, indicó: “Los hechos que se están investigando en esta causa constituyen cosa juzgada”.

“No tiene sentido intentar hacer una defensa en el marco de una Justicia vaciada de derecho”, concluyó Videla, acusado por 108 violaciones a los derechos humanos.

Se prevé que el juicio dure unos 2 años como mínimo, a lo largo de los cuales desfilarán unos 500 testigos.