Inaugurarán la obra de restauración de la Casa de los Aldao

La intervención a dicha casona, que forma parte de la herencia cultural santafesina, implicó una inversión actualizada superior a los 400.000 pesos. Fue en el marco del programa de recuperación patrimonial de edificios públicos.

Con motivo de los festejos por un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo, el gobierno de la provincia inaugurará el 25 de Mayo la importante obra de restauración realizada en la Casa de los Aldao en la ciudad de Santa Fe.



La intervención a dicha casona, que forma parte de la herencia cultural santafesina, implicó una inversión actualizada superior a los 400.000 pesos.



La relevancia histórica del edificio impulsó al gobierno de Santa Fe a incluirla dentro del Programa de Recuperación Patrimonial que lleva adelante y que comprende la recuperación y mantenimiento de numerosos edificios que integran el patrimonio cultural de la Provincia.



La “Casa de los Aldao”, ubicada en el centro histórico de la capital sobre calle Monseñor Zaspe 2861, representa uno de los escasos exponentes de la arquitectura doméstica del período hispánico que se conserva en el país.



El evidente deterioro que presentaba la casona original, especialmente en sus muros, producto de su antigüedad, del accionar de los agentes climáticos, de la falta de mantenimiento y de equivocadas intervenciones realizadas anteriormente, reactivó la urgencia de su inmediata restauración y puesta en valor.




La histórica propiedad corresponde al periodo prehispánico (primeros años del siglo XVIII) y fue declarada Monumento Histórico Nacional en la década del 40, por lo que es un bien de características únicas en el país.



La construcción de la casa finalizó en 1711, aunque el proyecto original del edificio se remonta al año 1694. Allí vivió mucho tiempo Josefa Aldao, y es uno de los ejemplos de valor testimonial más representativo de lo que fue la Santa Fe colonial.



En la actualidad se conserva sólo una parte de la vivienda original, construida con paredes de tapia apisonada y cubierta de tejas sobre estructura de madera. El edificio, de dos plantas y aspecto señorial, rememora las casas del paisaje andaluz.



Dentro de la austeridad de una fachada encalada, se destaca la presencia del balcón con galería y tejaroz, y un dintel con la inscripción "Año - Jesús, María, Joseph-1711" labrada en sobre relieve. Además cuenta con un patio anterior, totalmente enladrillado, donde se destaca un sobrio aljibe y remata con un enrejado de hierro sobre la línea municipal.



En el año 1942 la propiedad fue declarada Monumento Histórico Nacional adquiriendo la denominación de “Casa de los Aldao”. Entre 1962 y 1965, la Dirección Nacional de Arquitectura concretó una serie de trabajos de restauración sobre la casona, para luego convertirse en la actual sede de la Junta Provincial de Estudios Históricos de Santa Fe.



Luego de varias décadas de abandono, el gobierno provincial decide en 2011 retomar los trabajos de restauración para conservar el edificio que se encontraba en pésimas condiciones estructurales.



A partir de allí, y dentro del marco del programa de Recuperación de Edificios Patrimoniales, la Dirección Provincial de Arquitectura e Ingeniería (DIPAI), dependiente del Ministerio de Obras Públicas, realizó un diagnóstico detallado de las condiciones en las que se encontraba la casa. La misma presentaba desprendimiento de revoques interiores y exteriores, fisuras y grietas en la tapia, deterioro de los enmaderados de la cubierta y de la carpintería de madera por erosión causada por hongos y por los efectos del clima, entre otros daños ocasionados por la falta de mantenimiento.




Luego del diagnóstico realizado por la DIPAI, se decidió intervenir el cuerpo histórico de la casona con el fin de recuperar y poner en valor la estética edilicia, tal como fue concebida originalmente. Para lo cual, se debió incorporar materiales, técnicas y disposiciones que den continuidad al edificio y hagan trabajar al conjunto en forma homogénea, solidaria y elástica. Estos trabajos se ejecutaron bajo la coordinación de profesionales especialistas en restauración de edificios históricos.



Anteriormente, en una primera etapa, se realizaron las intervenciones inherentes a estabilizar la estructura de la casa: se distribuyeron a modo de recalce de las fundaciones existentes 52 pilotines de hormigón armado a seis metros de profundidad para evitar la continuidad de los asentamientos detectados; además, se realizó el recambio de parte del sistema de desagües cloacales y pluviales, causales fundamentales de la problemática descripta.



Se completó con una intervención sobre el área de ocupación de la Junta Provincial de Estudios Históricos solucionando problemas de filtraciones de cubierta. Dichos trabajos fueron ejecutados por la firma Orión Ingeniería SRL.



Actualmente, se está desarrollando la segunda etapa de la puesta en valor del edificio, correspondiente a la restauración integral de muros y aberturas, a través del tratamiento de la mampostería, los revoques y la pintura, respetando las técnicas constructivas originales. Los trabajos en esta fase, poseen un avance superior al 90 por ciento y están a cargo de la empresa Aimar.



El arquitecto Alejandro Schramm, supervisor de obras de la DIPAI, explicó el trabajo realizado para restaurar los muros tipo tapia. “Se respetan las técnicas constructivas originales Las mismas se realizan a través de tierra apisonada entre dos entablonados que después se retiran y se revoca en su forma original”.



Schramm aclaró también que “en algunos sectores se ha agregado, a lo largo de los años, mampostería de de ladrillo más moderna. Algunas, asentadas en barro; otras, asentadas en mortero de cal y con revoque de cal en el exterior.” Y agregó que “el trabajo que se hizo en esta restauración fue llevarlo a su estado original.



En el interior, a todo lo que tiene barro en la parte interna, se le hizo un revoque de barro, lo que permite que la pared respire mucho mejor; y a su vez, es el material original con el que se había hecho la casa. En los parámentos exteriores, se realiza un revoque de cal que también se pinta a la cal. La idea es que el parámento pueda seguir respirando para que la humedad no genere problemas de hundimiento o fisuras”, aseguró el arquitecto.