Argentina había tenido una discreta actuación en la fase de grupos, donde empató con Bolivia y Colombia, y venció a la débil Costa Rica, integrada en su mayoría por juveniles. En Santa Fe, la gente había hostigado a Messi y todo el plantel, después de que no pudieran vencer a los “cafeteros” y el 0-0 se hiciera presente en el marcador. Y justamente ese fue el escenario que albergó uno de los juegos por los Cuartos de Final de la Copa América 2011: frente a Uruguay.


El 16 de julio de ese año, los “charrúas” se pusieron en ventaja por el tanto de Diego Pérez, pero fue Higuaín, tras una asistencia de Messi, el que emparejó el tanteador de cabeza. Contó con muchas chances de gol el combinado dirigido por Sergio Batista, pero no pudo quebrar la infranqueable valla de Diego Muslera, de brillante actuación. Ante más de 45 mil personas, no quedó otra que definir en los penales, después de que no se sacaran ventajas en el alargue.


La “Celeste”, no tuvo errores: convirtió sus cinco ejecuciones en los pies de Forlán, Suárez, Scotti, Gargano y Martín Cáceres. Y allí estuvo la diferencia, porque a pesar de que Messi, Burdisso, Pastore e Higuaín hicieron lo propio, el tercer que estuvo a cargo de Tevez, quedó en las manos del guardameta visitante y sentenció la definición. Fue 5-4 para los de Tabárez, que pasarían luego a Perú en Semifinales y derrotarían 3-0 a Paraguay en el estadio Monumental.


Después de la eliminación, el “Checho” sería cesado en su cargo, pese a que una y otra vez se había encargado de mencionar en la previa que el verdadero objetivo era el Mundial de Brasil. Tiempo más tarde, Alejandro Sabella sería el elegido por tomar el mando de la “Albiceleste”.