Prevén caída en la producción de 0 km por conflictos regionales

Estiman una baja con un piso de 10 a 15% con respecto a julio del año pasado. Las 11 fábricas locales buscan mantener el ritmo en un escenario de paros y caída de la demanda en Brasil, huelga de aduaneros locales y problemas para importar piezas

Julio puede ser el mes bisagra para el sector automotriz. Luego de un semestre con cifras de producción y exportaciones récord, este mes las fábricas radicadas en el país están afrontando otro escenario.

La combinación de problemas gremiales en los proveedores, la falta de aprobación de las declaraciones juradas, la crisis en Brasil, hacen que en las plantas radicadas en la Argentina prevean una baja para julio de entre 10% y 15% respecto julio de 2012 –65.900 unidades– y se prendan las luces de alarma para el segundo tramo del año.

Ford, Fiat, Mercedes Benz, Volkswagen, General Motors, Honda, Iveco, Renault, Scania, Peugeot–Citroen y Toyota tienen bastantes frentes abiertos.

Uno de los principales son las consecuencias que parece tener la situación compleja que viven muchos de sus proveedores.

Presionados para nacionalizar piezas, las autopartistas con capacidad de suplir la demanda, ahora deberán “surfear” los nuevos plazos que impuso la Secretaría de Comercio Interior para autorizar las Declaraciones Juradas Anticipadas de piezas; que pasaron de 24 horas a 72 / 84 horas.

Esta situación está generando riesgos de parada de planta y suspensiones.
Mientras algunos proveedores discuten con el secretario Guillermo Moreno para poder entrar las piezas, otros lo hacen con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada.

Ese es el caso de la alemana Kromberg & Kroschu, un proveedor crítico para marcas como Mercedes Benz y Volkswagen, que desde hace una semana tiene parada la planta por problemas gremiales.

Y, si esto no era suficiente para poner nerviosos a los ejecutivos, el sindicato aduanero lanzó dos jornadas –ayer y hoy– de quite de colaboración y un paro de 48 horas para jueves y viernes de la semana entrante.

Pero el problema no es solo local. Y lo que más preocupa es lo que sucede en Brasil.
Anfavea, entidad que representa a las automotrices instaladas en Brasil, confirmó que el sector inició julio con una caída de la producción en función de problemas en el abastecimiento de autopartes causados por la huelga de camioneros.

Muchas plantas argentinas funcionan como un “pulmón” de las brasileñas. Si crece la demanda en Brasil, crece la producción local, pero si cae, aquí comienzan las suspensiones.
“Ya se empezaron a aplicar suspensiones en los turnos”, reconocieron desde una de las marcas que fabrica en el país. “Hay plantas en Brasil que pararon, no podemos estar ajenos a eso”, agregó. Las vacaciones y paradas técnicas son las herramientas que tienen las fábricas para amortiguar el conflicto de una caída.